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San Francisco,California,06/12/2016(El Pueblo en Línea)-Fue a comienzos de los a?os 80, cuando Gardner, en ese entonces de 27 a?os, y su ni?o vivieron en un ba?o público durante un a?o en San Francisco, California.Empleado con sueldo mínimo en un programa de capacitación en una empresa de corredores de bolsa, no tenía suficiente dinero para pagar el depósito de arriendo de un apartamento, rese?a BBC Mundo.
Además del ba?o en una estación de tren, encontraban donde dormir en parques, refugios en iglesias o debajo de los escritorios de la oficina, después de que todos se hubieran ido a casa.Se alimentaban en comedores de beneficencia y el poco dinero que tenía lo usaba para pagar una guardería que cuidaba a su hijo mientras él iba al trabajo.
A pesar de las adversidades, Gardner prosperó en su trabajo. Tenía un instinto natural para vender activos y, al final del período de capacitación su firma, Dean Witter Reynolds (DWR), le dio un empleo de tiempo completo.
Ya con medios para su arrendar una casa para él y su hijo, su carrera ascendió rápidamente hacia alturas inimaginables y, en 1987, abrió su propia compa?ía de inversiones, Gardner Rich.
Hoy en día, Gardner tiene 62 a?os, una fortuna estimada en 60 millones de dólares, viaja por el mundo dando charlas motivacionales y patrocina una serie de organizaciones de beneficencia para los sin techo y contra la violencia hacia las mujeres.
El hecho que Gardner tuvo una muy difícil ni?ez y que estuvo en la cárcel poco antes de su pasantía en DWR puede explicar por qué Hollywood se interesó en la autobiografía que escribía y que se convirtió en un éxito de ventas The Pursuit of Happyness ("La búsqueda de la felicidad").
La película del mismo nombre se lanzó en 2006, con Will Smith, que recibió una nominación al Oscar de Mejor Actor por su interpretación de Gardner.
"Mi destino llegó porque tomé las decisiones correctas", asegura Gardner.
Gardner nació en Milwaukee, en estado de Wisconsin, pero nunca conoció a su padre.
Fue criado en medio de la pobreza por su madre Bettye Jean y un padrastro alcohólico que lo maltrató físicamente.
Ahora pasa 200 días del a?o viajando por el mundo dando charlas a auditorios llenos en más de 50 países.
"Uno puede caer y quedar tendido pero solo tan bajo como uno mismo lo permita", confiesa Gadner.
Gardner cree que él es prueba contundente contra la teoría de que todos somos producto de nuestro entorno.
"De acuerdo con esa escuela de pensamiento, yo debí haberme convertido en otro pobre diablo alcohólico que golpea a su esposa y maltrata a su hijos".
En cambio, dice que tomó sus propias decisiones positivas gracias al amor de su madre y el apoyo de otras personas.
"Escogí la luzy la acogí con los brazos abiertos", concluye Gadner.
(Web editor: Felipe Chen, Rocío Huang)