Es posible que algunos afortunados pasajeros de metro y taxi de Beijing, Guangzhou y Shanghai se encuentren con un libro escondido camino del trabajo.
The Fair, una compa?ía de entretenimiento y edición de internet, ha colocado 10.000 libros en determinados lugares de las redes de metro, aviones de pasajeros y vehículos compartidos de la empresa Didi de esas tres grandes ciudades para despertar el interés por la lectura entre los ciudadanos como parte de su iniciativa 'Mobook'. También ha fijado un cupo de 10.000 particulares que a través de códigos QR pueden participar en la campa?a y donar sus propios libros.
Cantantes de pop, actores, escritores y presentadores de televisión se han unido asimismo a la campa?a, que ha sido muy debatida en el servicio de microblogs Weibo.
El movimiento está inspirado por el proyecto comunitario 'Libros en el metro' de Londres, que busca fomentar la lectura durante los desplazamientos al trabajo, según explicó el consejero delegado de The Fair, Zhang Wei.
La iniciativa 'Libros en el metro' no era muy conocida en China hasta que la actriz británica Emma Watson se afilió al proyecto en su país para esconder 100 novelas en el metro, lo que atrajo la atención mundial.
"Recibimos multitud de mensajes que nos pedían que hiciésemos lo mismo en China", dijo Zhang Wei.
Tras una semana de preparativos, Zhang envió un correo electrónico a Cordelia Oxley, directora de 'Libros en el metro', en el que describía su plan y explicaba las reglas de "Mobook".
Zhang recordó que Oxley le respondió pasadas solo dos horas para comunicarle que la idea le parecía genial y ofrecierle su ayuda.
"Mobook" es un proyecto mucho más ambicioso que su precursor británico, pues pretende convertise en un sistema permanente para compartir libros en lugar de una campa?a singular.
La singularidad de "Mobook" radica en su funcionamiento vía internet. Quien quiera donar libros debe publicar los títulos en internet para recibir después en casa etiquetas con códigos QR que pueden pegar en cada ejemplar y hacer así un seguimiento de quién lo está leyendo.
"Queremos que leer sea algo divertido y moderno", agregó Zhang.
Decenas de miles de aficionados a la lectura se han unido a la campa?a. 'Mobook' se convirtió en un tema candente en la aplicación social Wechat, y los 10.000 códigos QR disponibles para donantes de libros se agotaron en solo cinco horas.
El gestor de marcas Wen Ya declaró a Xinhua que le gustaría esconder una copia de 'El guardián en el centeno' en el metro. "Es una gran idea y tengo muchas ganas de compartirlo con desconocidos", afirmó.
Sin embargo, la iniciativa ha tenido una respuesta dispar. Algunos consideran que es un buena forma de crear hábito de lectura entre los chinos, pero otros sospechan que la campa?a es solo un recurso publicitario de The Fair.
"Encontrarse algo tan maravilloso como un libro nuevo camino del trabajo tiene que ser muy emocionante", escribió un usuario de Wechat llamado Zhao.
Otro comentarista de Wechat, Jiang Yunmei, dijo sospechar que la campa?a sólo es un espectáculo para ganar popularidad que gasta recursos que deberían dedicarse a ayudar a los ni?os de las áreas pobres.
Otros se preocuparon de que esta librería itinerante termine en las papeleras de reciclaje, dado que los libros pueden ser difíciles de localizar en los abarrotados vagones de metro.
En internet han circulado con rapidez fotos de libros desechados y también ha habido comentarios que se?alan que los pasajeros han ignorado los libros y se han sentado encima.
Sin embargo, Zhang sigue teniendo confianza en la iniciativa. "No puedo afirmar que sea un fracaso al 100 por ciento ni un éxito al 100 por ciento, pero voy a desarrollarlo como proyecto a largo plazo".
En cuanto a si el movimiento fomentará el interés de los viajeros por leer, Zhang responde que no es un idealista, pero que si el proyecto es duradero marcará la diferencia.
"Consideraríamos un éxito conseguir animar a la lectura a una sola persona por cada viaje de metro, ese era nuestro sue?o inicial".