La XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) finalizó este domingo en la isla de Margarita en Venezuela, con una participación minoritaria de 14 líderes de Estado, pero con amplios compromisos para encarar desafíos globales.
Dentro de los puntos más importantes de la Declaración de Margarita, se encontraron la revitalización del MNOAL, la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), el apoyo a Palestina y acciones para el desarme y la seguridad internacional.
Los acuerdos contenidos en 21 puntos del documento final, representan un gran reto para los 120 países miembros del bloque, no todos asistentes a la actividad, ya que más allá de declaraciones políticas requieren de un avance concreto en la práctica, según consideraron analistas venezolanos.
"Por encima de las declaraciones hacen falta acciones políticas y económicas concretas, las perspectivas de crecimiento de este Movimiento dependen en gran medida de la capacidad que adquiera para colocar en práctica sus decisiones", explicó a Xinhua el internacionalista Basem Tajeldine.
No obstante, Tajeldine sostuvo que el MNOAL ha experimentado un avance en el transcurso de los últimos a?os, al congregar en su seno a aproximadamente dos tercios de los países que participan en la Asamblea General de la ONU.
"Hay una especie de adelanto puesto que los países del Movimiento han visto la necesidad de transformar el sistema de Naciones Unidas, y podría decirse que hoy es uno de los bloques más influyentes", agregó.
La revitalización del foro de concertación política es fundamental para el especialista en Derecho Internacional, Mariano de Alba, quien consideró necesario el cumplimiento de este objetivo para que la organización no pierda vigencia.
"El Movimiento debe tratar de reinventarse y fijarse metas concretas, de lo contrario podría perder relevancia; lo más probable es que termine migrando a un bloque como el Grupo de los 77 en búsqueda de preservar y difundir los intereses de países en vías de desarrollo", puntualizó.
En relación a los consensos políticos, Tajeldine sostuvo que deben ser "más prácticos", en mención especial de la lucha contra el terrorismo, en los cuales se reflejan discrepancias entre países como Arabia Saudí, Qatar y Kuwait respecto a los otros Estados del MNOAL.
Otro de los asuntos de interés global que no alcanzó consenso en la Cumbre, según afirmó Tajeldine, fue el alusivo a los ensayos nucleares que efectúa la República Democrática Popular de Corea (RPDC), aunque uno de los puntos de la Declaración de Margarita abogara por el desarme y la seguridad.
Los analistas coincidieron en la idea de que China, uno de los 17 observadores del bloque, juega un papel fundamental en la posibilidad de que el MNOAL cumpla sus propósitos.
"China tiene poder de veto dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, además no se le ha visto agredir a otros países, por lo que puede fungir como un aliado importante para el Movimiento de los No Alineados", dijo a Xinhua el economista y analista internacional, Israel Morilla.
Los expertos sostuvieron además que Beijing podría compartir con el movimiento su experiencia en el ámbito político y diplomático, pero sobre todo, en el aspecto económico y de su modelo de desarrollo rápido y eficiente.
Sólo en América Latina, China mantiene importantes proyectos de infraestructura así como de inversión en el área industrial, social, energética, y cultural, entre otras, que podrían fortalecerse con la presidencia pro tempore del bloque a manos de Venezuela, dada la estrecha cooperación integral entre Caracas y Beijing.
Todo lo cual resulta positivo para Venezuela, afirmaron los especialistas, ya que le permitirá un mayor protagonismo internacional a la nación sudamericana, en el marco de una compleja situación económica y política.
Cabe recordar que en principio, la escasa asistencia de presidentes y primeros ministros a la Cumbre, avivó la polémica entre el gobierno venezolano y sus detractores, quienes cuestionaron la "frágil convocatoria" del evento.
En su XVII edición, la Cumbre del MNOAL congregó a unos 14 jefes de Estado y primeros ministros, cifra que la oposición comparó con la anterior cita, celebrada en Irán, la cual reunió a unos 32 líderes.
El economista Israel Morilla consideró que la escasa presencia de jefes de Estado respondió a la compleja situación política por la que atraviesa Venezuela que, a su juicio, es afianzada con "acciones de desprestigio" en contra de la nación latina.