HANGZHOU, China, 28 may (Xinhua) -- Luego de que la cumbre del G7 concluyó en Japón el viernes con pocas fanfarrias, la cuenta regresiva de 100 días para la cumbre del G20 en China inició.
La ciudad de Hangzhou está lista para que el evento anual comience y las expectativas son elevadas respecto a que el liderazgo de China del grupo dé nueva vida a la búsqueda de una recuperación global esquiva.
Al coincidir en que una reanudación pronta del crecimiento saludable es un asunto de urgencia, los líderes del G7, con problemas de crecimiento por si mismos, parecen cada vez más impotentes frente a una economía global que se niega a obedecer, y parecen incapaces de reducir las diferencias entre ellos mismos.
Con más del 80 por ciento de la población del mundo y dos terceras partes de la producción económica global, el G20 merece y se espera que juegue un papel mayor en el manejo de la economía global.
China llega a la presidencia del G20 con altas expectativas. ?Puede el liderazgo del país propulsar el mecanismo del G20 a la vanguardia de la gobernación económica?
El foco de la cumbre de Hangzhou será el crecimiento global sostenido. China usará la conferencia para dirigir a los países desarrollados y en desarrollo por igual a apoyar el crecimiento a través de la innovación de modo generalizado.
Aunque China misma está enfrentando también la desaceleración de la economía global, el país viene a Hangzhou con nueva energía y está listo para dirigir, mientras que sus esfuerzos para buscar un nuevo modelo de crecimiento más lento y sustentable avanzan.
Dirigir la agenda del G20 es mucho más que sólo organizar una reunión placentera donde los líderes del mundo se sientan cómodos y puedan discutir asuntos de interés común bajo una atmósfera tolerante. La preparación de la agenda exige habilidades de negociación flexibles y un ejercicio diestro del poder blando.
China ha hablado con los miembros del G20 y los no miembros por igual sobre el programa para la cumbre. Como lo puso el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, China desea una política macroeconómica coordinada entre todos los miembros del G20 que conduzca a un crecimiento robusto, sustentable y equilibrado.
Sólo cuando la economía del mundo esté verdaderamente abierta, podremos esperar una reactivación real del comercio y la inversión. China espera que la reunión proponga mejorías sustanciales a la gobernación económica global y a la estabilidad financiera internacional.
China espera que los miembros del G20 mantengan las promesas sobre el cambio climático que hicieron en París. De igual manera, China puede hacer mucho por reducir la brecha entre la demanda de financiamiento de infraestructura y la oferta, pero no puede hacer todo.
Hangzhou es una oportunidad rara para que la voz de China sea escuchada sobre un sinfín de temas de largo plazo que importan al mundo en desarrollo y al desarrollo del mundo.