ANKARA, 15 feb (Xinhua) -- La postura de Turquía respecto de una posible incursión terrestre en su vecino del sur, Siria, por los avances de las milicias kurdas podría no ser del todo útil a los intereses de Ankara y producir una reacción contraria al país, consideran analistas de Ankara.
"No hay en lo absoluto una estrategia de salida que permita el triunfo de tal incursión", dijo hoy a Xinhua Emre Soncan, un analista de seguridad radicado en Ankara.
"El ejército turco está consciente de los riesgos derivados de la oposición de Rusia, Estados Unidos y otros países a una ofensiva terrestre por parte de Turquía", a?adió.
Por temor al surgimiento de una región kurda autónoma o independiente en el norte de Siria, cerca de la frontera turca, el ejército turco ha estado atacando con artillería desde el sábado posiciones de las Unidades de Protección Popular Kurdas (YPG), la facción armada del Partido de la Unión Democrática Kurda, a fin de detener su avance.
El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, dijo hoy a los reporteros en camino de Kiev a Ankara que se opondrá a la liquidación de los grupos rebeldes moderados en Siria.
"Cuando veamos la necesidad, emprenderemos las intervenciones que consideremos necesarias", comentó.
Davutoglu se?aló que Turquía no permitirá la caída de la localidad de Azas controlada por los rebeldes en Siria en manos de las fuerzas YPG.
Por otra parte, Davutoglu también descartó hoy informes que indican que Turquía ha entrado o está a punto de entrar en una guerra contra Siria y los calificó de "simples especulaciones".
Los analistas turcos indicaron que una posible guerra con Siria tendría consecuencias catastróficas para Turquía por la oposición de las potencias a esta acción turca.
"Turquía no tiene la capacidad material para silenciar a los kurdos, ni la capacidad para derrotar al régimen de Al-Assad", dijo Gokhan Bacik, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Ipek con sede en Ankara, quien recordó que la intervención rusa ha modificado drásticamente la realidad en el terreno sirio.
Bacik criticó a los funcionarios del gobierno por reproducir el temor en lugar de proteger sus intereses nacionales.
Turquía ya está en una posición difícil como resultado de su propia insurgencia kurda montada por el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en las provincias del sureste de mayoría kurda.
El ejército turco ha estado combatiendo durante meses al PKK en varias ciudades del sureste. El país también ha reforzado las medidas de seguridad a lo largo de la frontera siria contra los militantes del PKK, el PYD y el Estado Islámico.
Ankara indicó que tanto el PKK como el PYD están cortados por la misma tijera y los clasifica como organizaciones terroristas.
Estados Unidos y la Unión Europea indicaron que consideran al PKK un grupo terrorista, pero no al PYD que combate al Estado Islámico en Siria.
Los partidos políticos opositores de Turquía están inquietos por la alianza de Turquía con Arabia Saudí.
Baris Yarkadas, líder adjunto del principal opositor Partido Popular Republicano (CHP), dijo que Turquía está siendo arrastrada a una guerra en Siria.
Yarkadas advirtió que el gobierno no pondrá al ejército turco en un círculo de fuego por seguir la dirigencia saudí en el conflicto sirio.