Vincenzo Matarrese ense?a a una aprendiz cómo servir un plato. (Foto: proporcionada)
Aunque las tasas de matrícula son altas, la escuela atrae a muchos candidatos, seducidos por un salario alto en el futuro.
He Lianping, ni?era de 51 a?os de la provincia de Henan, pagó de sus ahorros los honorarios para cursar el entrenamiento.
"Sentí que tenía que dejar atrás los tiempos de trabajar como ni?era y subir a otro nivel", explicó He.
Hasta el momento, cerca de 40 estudiantes chinos se han graduado de la Academia de mayordomos de Shendu. A principios de marzo, se iniciará un nuevo curso para 10 estudiantes.
Tang espera que en los próximos cinco a?os la escuela sea capaz de abrir más sucursales en ciudades como Beijing, Shanghai y Guangzhou.
"La mayoría de los empleadores potenciales de nuestros alumnos se concentran en las grandes ciudades", precisó.
Otro de los obstáculos es que muchos de los aprendices actuales son muy jóvenes.
"Algunos son recién graduados universitarios, que vienen acompa?ados por sus padres, con la esperanza de capacitarse y lograr rápidamente un trabajo bien remunerado."
Sin embargo, ser joven es una desventaja.
"Los ricos chinos tienden a buscar mayordomos maduros, de 30 a?os en adelante. Sin embargo, la mayoría de nuestros alumnos tienen veinte y tantos a?os", reconoce Tang.
Además, los medios de comunicación han exagerado los ganancias de este sector y han minimizado los sacrificios que tiene que hacer un mayordomo de alto nivel.