Sascha Seiler, instructor alemán, muestra a los estudiantes cómo recibir a los invitados que llegan en automóvil. (Foto: proporcionada)
La escuela de Chengdu tiene dos aulas: una de ense?anza en una villa de lujo en las afueras de la ciudad y la otra en un club privado dentro de una comunidad residencial de gama alta. Ambos sitios aportan la atmósfera adecuada para instruir a los estudiantes.
Después de pagar 40.000 yuanes en honorarios, dinero que sería suficiente para cubrir ocho a?os de matrícula universitaria en Sichuan, el aprendiz de mayordomo recibirá entrenamiento "intensivo y profesional" durante 6 semanas. Los instructores proceden de EE.UU., Italia, Suiza, Canadá, Alemania y los Países Bajos. Además recibirá tres comidas al día y un traje de mayordomo.
Los primeros días de entrenamiento son los más interesantes, opina Vincenzo Matarrese, instructor italiano y ex camarero en un hotel cinco estrellas de Europa.
Los primeros días, los futuros mayordomos chinos aprenden a familiarizarse con una amplia gama de protocolos de etiqueta occidental, desde el aseo personal hasta la cultura del vino.
"En Europa, la gente tiene una comprensión clara de lo que significa consumir vino. Pero en China, es algo relativamente nuevo", comenta el instructor.
Liu Kecheng, ex gerente de un hotel cinco estrellas y ahora asesor de viajes para los adinerados de Chengdu, asistió a las sesiones de entrenamiento, debido a la cooperación que mantiene su empresa con la escuela de mayordomos.
"Esta es la primera vez que supe que los mayordomos tardan alrededor de dos horas para limpiar un par de zapatos siguiendo la regla de los 12 pasos. Me di cuenta de lo meticuloso y conocedores que tienen que ser", asegura Liu. "Es la experiencia la que cambia la vida porque no solamente ofrece un nuevo estado, sino también un nuevo ángulo de valoración."