BUENOS AIRES, 24 sep (Xinhua) -- La situación mundial, la distribución internacional económica y de poder, son las que establecen la "prioridad inevitable" de que la relación entre China y Estados Unidos sea de cooperación y de sana competencia, sostiene el analista argentino Ricardo Rouvier.
Al referirse al discurso que pronunció el martes pasado el presidente de China, Xi Jinping, en Seattle, Estados Unidos, donde planteó una propuesta de cuatro puntos sobre el desarrollo del nuevo modelo de relaciones entre grandes países, Rouvier agregó que "esa actitud será la que dará seguridad al planeta y otorgará responsabilidad de liderazgo a los dos países".
"Desde un pasado de incomprensión y tensión entre China y los EEUU, ahora se abre una nueva etapa en el vínculo, en la que EEUU sigue siendo una de las potencias del mundo y China transita desde una identidad emergente para convertirse en un protagonista imprescindible en el concierto de las naciones", explicó.
Luego de considerar que el establecimiento y desarrollo "de una relación bilateral constructiva apuntará a la armonía mundial", sostuvo que la presencia de ambos países y su incidencia en el comercio mundial, en las relaciones internacionales, y en los desafíos que propone el equilibrio ecológico y el cambio climático, son hechos trascendentales.
"La necesidad de preservación de las condiciones de habitabilidad para la población mundial exige asumir responsabilidades para mantener y promover la calidad y el desarrollo humano, evita la contaminación y apunta a la preservación de los recursos naturales", a?adió el académico.
A su juicio, "son controlables los conflictos entre los dos países" y "la paz mundial descansa, en gran medida, en que las controversias bilaterales puedan resolverse por la vía del diálogo y el respeto en las instituciones multilaterales".
"El diálogo y la participación de terceros países, sin embargo, es imprescindible para mantener y sostener los principios de multipolaridad y democracia mundial", porque "los países del mundo deben avanzar hacia una misma territorialidad y un proceso de desarme militar comunicando gestos de paz y armonía entre los pueblos".
Recordó, además, que "la historia mundial ha vivido grandes confrontaciones que solamente han provocado pérdidas materiales y, sobre todo, humanas" y subrayó que "la verdad, la memoria y la justicia son las que debe prevalecer para que la humanidad no repita reacciones de autodestrucción".