BEIJING, 22 sep (Xinhua) -- El presidente chino, Xi Jinping, empieza este martes una visita de Estado de cuatro días a Estados Unidos durante la que, probablemente, se confirmará que en septiembre de 2016 comenzará la construcción del primer tren de alta velocidad estadounidense con inversión china.
El proyecto de colaboración sino-estadounidense del tren de alta velocidad Xpress West, también denominado Red Ferroviaria del Sudoeste, conectará a lo largo de 370 kilómetros Las Vegas, en Nevada, con Los Angeles, situada en el estado occidental de California.
Tras a?os de actualizaciones e innovaciones tecnológicas, China ha situado sus tecnologías de tren de alta velocidad entre las más avanzadas del mundo.
De los más de 110.000 kilómetros de vías férreas que han construido las empresa chinas, los 16.000 kilómetros de líneas de alta velocidad suponen más de la mitad de las existentes en todo el mundo.
Los ferrocarriles construidos con inversión china han penetrado en todos los rincones del globo en los últimos a?os y han beneficiado a muchos países y regiones económica y socialmente a través de la creación de empleo y de la mejora del transporte, entre otros elementos positivos.
Antes de que Xi comience su primera visita de Estado a EEUU desde que asumió el cargo en 2013, la compa?ía de Las Vegas Xpress West acordó este mismo mes formar una empresa conjunta con China Railway International USA Co. para construir y operar la línea férrea, explicó el vicedirector de la Oficina del Grupo Líder Central para Asuntos Financieros y Económicos de China.
Con este proyecto en EEUU, la red de proyectos ferroviarios chinos cubre prácticamente todos los continentes habitados, en un momento en el que los fabricantes de este tipo de equipamiento del gigante asiático han acelerado sus esfuerzos para "ir al extranjero".
En 2014 se completó en Turquía el primer proyecto de tren de alta velocidad chino fuera de sus fronteras, con una línea de 533 kilómetros que une la capital, Ankara, con Estambul.
En Africa, las vías construidas por China ya son o serán la espina dorsal del sistema de transporte público local y un elemento clave del crecimiento en muchos países, como Nigeria e Etiopía.
Después de que en 2014 entrase en funcionamiento un proyecto de 1.344 kilómetros de línea férrea en Angola, China firmó un acuerdo el pasado mes de mayo para construir un enlace ferroviario entre las ciudades keniatas de Mombasa y Nairobi valorado en 3.800 millones de dólares. Se trata de la primera fase de una línea que, en último término, conectará países como Uganda, Ruanda, Burundi y Sudán del Sur.
En la región Asia-Pacífico, este mismo mes comenzaron a operar en Malasia los trenes de un metro de ancho de vía y de unidades múltiples más rápidos del mundo, fabricados por una empresa china. Laos, Tailandia y Rusia también están planeando construir líneas de tren con inversión china.
Mientras, en América del Sur los trenes fabricados por China empezaron a funcionar el pasado mes de noviembre en la línea suburbana de Mitre, en la capital argentina de Buenos Aires. En Europa, los trenes chinos operarán pronto, ya que Macedonia firmó un acuerdo con el país asiático en junio para comprar seis flotas de trenes de alta velocidad.
El objetivo de la promoción que los líderes chinos hacen de los proyectos ferroviarios del país en el extranjero es impulsar la cooperación y alcanzar el desarrollo común y la prosperidad.
Con los trenes chinos de alta velocidad y tipo estándar reconocidos globalmente, los proyectos relacionados se han convertido en un punto destacado de la cooperación en materia de capacidad productiva entre China y otros países, según los expertos.
Construir ferrocarriles en el exterior y exportar el equipamiento y las tecnologías vinculadas llevan a situaciones en las que tanto China como sus socios extranjeros salen ganando, dado que este tipo de cooperación facilitará el esfuerzo del gigante asiático por actualizar su economía y permitirá a los países socios disfrutar de todos los beneficios de estos proyectos a costes menores.