Pekín, 02/07/2015(El Pueblo en Línea)-En medio de un crecimiento económico moderado, los pasos de China en su transición a una trayectoria de crecimiento más equilibrada están siendo observados de cerca por el Banco Mundial, según un informe redactado por sus expertos donde reconocen que China está logrando un equilibrio entre las reformas en curso y las demandas a corto plazo.
"La desaceleración del crecimiento de China no es una realidad inesperada. De hecho, es deseable desde una perspectiva que priorize las reformas y, a su vez, gestione eficientemente la demanda inmediata", a?ade el documento.
La política de la nueva normalidad se ha reflejado en las acciones que buscan limitar el endeudamiento de los gobiernos locales, controlar el exceso de las capacidades de la industria y atenuar los posibles excesos de la banca a la sombra (conjunto de entidades, infraestructura y prácticas que sustentan operaciones financieras que ocurren fuera del alcance de las entidades de regulación nacional)
"A corto plazo, la desaceleración del crecimiento económico de China significa que el gobierno hace ajustes estructurales y dise?a políticas encaminadas a reducir la vulnerabilidades financiera", afirma Karlis Smits, economista y autor principal del informe.
"A mediano plazo, un menor crecimiento es coherente con un desplazamiento gradual del modelo de desarrollo que se aleja de la fabricación de bienes y la exportación hacia un modelo orientado a los servicios, las inversiones y el consumo interno", se?aló el informe.
"Sigue siendo una prioridad en el 2015 equilibrar las grandes reformas y el crecimiento a corto plazo porque las medidas de estímulo a gran escala, dirigidas a apoyar el crecimiento pueden entrar en conflicto con los esfuerzos para hacer la economía más sostenible a mediano plazo", enfatiza Chorching Goh, economista principal del BM para China.
"Un cambio gradual a una senda de crecimiento más sostenible plantea desafíos para los responsables de dise?ar las políticas, debido a las debilidades de algunos sectores claves y las vulnerabilidades del sistema financiero", se?aló el informe que evalúa el desempe?o de la segunda economía del mundo.
Esfuerzos para cortar el exceso de capacidad en la industria pesada, atenuar riesgos improductivos de la banca a la sombra e imponer el cumplimiento de los presupuestos a los gobiernos locales ayudará a hacer más eficiente la inversión y realinear el crecimiento de mediano plazo. Sin embargo, "tales reformas deprimirán la actividad económica a corto plazo", vaticinó el análisis.
El Banco Mundial también predijo que la economía de China se expandirá un 7.1 por ciento en 2015 y un 7 por ciento en el 2016.
La economía de China creció un 7.4 por ciento en 2014, su tasa más lenta en 24 a?os, decantándose por un crecimiento de alta calidad y basado en la innovación.
"La transición a la "nueva normalidad" requerirá de una sostenida productividad lo que exige aumentar la capacidad innovadora nacional", advierte el informe.
Entre sus conclusiones, el Banco Mundial considera que la estructura económica de China va cambiando gradualmente. Por un lado, la actividad económica sigue estando limitada por un exceso de capacidad en las industrias pesadas, la desaceleración del crecimiento de la exportación y a los reguladores persiguiendo con más rigor el acceso a los préstamos no tradicionales, mientras que el mercado inmobiliario se mantiene débil, con un exceso de inventario y la caída de los precios de la propiedad en la mayoría de las ciudades chinas.
Por otro lado, el crecimiento en servicios sigue siendo robusto, especialmente en servicios avanzados tales como la banca y los seguros. También en los últimos a?os, "el consumo ha crecido ligeramente más rápido que la inversión", agregó el informe del Banco Mundial.
Una mejor asignación de créditos y reformas en el sector financiero son algunas de las sugerencia del Banco Mundial.
"El sistema financiero de China se desarrolló para servir al viejo modelo de crecimiento impulsado por la inversión y la exportación, eficaz durante las fases anteriores, pero no ahora. Las reformas del sistema financiero deben reasignar crédito a aquellos sectores que puedan mantener un crecimiento razonable, a un mediano plazo", concluyeron los economistas del Banco Mundial.