BEIJING, 11 jun (Xinhua) -- A pesar del débil mercado inmobiliario y de la baja inversión local, la economía de China empieza a mostrar tentativos signos de reanimación. Los nuevos motores de crecimiento están empezando a conducir a la segunda mayor economía del mundo de vuelta al camino de avance.
ALTA TECNOLOGIA EN EXCELENTE POSICION
El crecimiento industrial se aceleró en mayo después de llegar en marzo a su mayor baja en seis a?os y de no mejorar mucho en abril, anunció hoy el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
La producción industrial creció 6,1 por ciento anual en mayo, superior al 5,9 por ciento de abril, y al 5,6 por ciento de marzo.
La producción industrial -- oficialmente llamada "valor agregado industrial"-- mide la actividad de empresas dise?adas con volumen anual de por lo menos 20 millones de yuanes (3,2 millones de dólares).
El aspecto más revelador de los más recientes datos es quizás que la producción en los sectores de alta tecnología y manufactura de equipo aumentó 9,3 por ciento. El consumo también se aceleró, y las ventas al por menor aumentaron 10,1 por ciento.
Para alentar el gasto interno, los impuestos a las importaciones de bienes de consumo se redujeron en un promedio de 50 por ciento a partir del 1 de junio. El Consejo de Estado, o gabinete de China, autorizó el miércoles a firmas de "finanzas de consumo", que pueden proporcionar peque?os préstamos al público. El capital privado, bancos nacionales y extranjeros, así como compa?ías de Internet, podrán establecer estas firmas, básicamente para financiar compras al por menor.
VIEJOS MOTORES CORREN HACIA EL VACIO
Por más emocionantes que esos incrementos puedan ser, deben ser contrastados con el prolongado enfriamiento de las inversiones y exportaciones.
En los primeros cinco meses del a?o, el crecimiento de la inversión en activos fijos, que alguna vez fue el motor clave de la economía, descendió a 11,4 por ciento, el nivel más bajo desde 2001.
Antes de la desaceleración, el aumento en la inversión de más de 20 por ciento se había mantenido por cerca de una década, e incluso una vez llegó hasta un increíble 50 por ciento. Por su parte, las exportaciones, que solían aumentar regularmente en más de 10 por ciento, se contrajeron a 2,8 por ciento en mayo.
El crecimiento del primer trimestre declinó a su nivel más débil desde la crisis financiera global de 2009 cuando el crecimiento bajó a 6,1 por ciento en el primer trimestre.
El miércoles, el banco central de China disminuyó su pronóstico de crecimiento económico para 2015 de 7,1 por ciento a siete por ciento. En marzo, el gobierno central redujo su objetivo anual de 7,5 por ciento del a?o pasado a siete por ciento.
MANTENER LA CALMA Y MEJORARSE A SI MISMO
Ante tal abatimiento, no es una sorpresa que algunas compa?ías estén empezando a sentir la presión, pero Fan Jianping, jefe economista del Centro Estatal de Información, considera que lo cambios en el sector industrial son una evidencia de que la innovación y las empresas son los nuevos motores de crecimiento.
China ya no está satisfecha con productos de bajo valor. El plan "Hecho en China 2025" ayudará al país a posicionar sus propias marcas comerciales como un fabricante de alta tecnología, alta calidad y costos efectivos a lo largo de toda la cadena industrial, afirmó el viceministro de Industria y Tecnología Informática, Liu Lihua.
El enfoque en la innovación ha permitido que algunas compa?ías chinas, entre ellas el fabricante de teléfonos inteligentes Huawei, asciendan en la cadena de valor.
Fundado con un escaso presupuesto en 1987, Huawei reportó ganancias por 27.900 millones de yuanes en 2014. En ese a?o, el gasto en investigación y desarrollo representó 2,1 por ciento del PIB de China, lo que significó un récord. En algunas regiones, como Shanghai, esa cifra llegó a 3,6 por ciento.
China aún tiene un gran potencial en muchas industrias, como la manufactura de equipo, el comercio electrónico (e-commerce), finanzas por Internet, nuevas fuentes de energía y protección del medio ambiente, comentó Justin Yifu Lin, ex jefe economista del Banco Mundial, quien cree que el crecimiento de siete por ciento se puede superar este a?o.
Aún quedan muchas oportunidades para que los fabricantes se mejoren a sí mismos, y esto, de acuerdo con el jefe economista de J.P. Morgan en China, Zhu Haibin, es de donde depende el futuro de la economía china.