WASHINGTON, 8 jun (Xinhua) -- El Tribunal Supremo de Estados Unidos se puso hoy del lado del presidente Barack Obama e invalidó una ley que permitiría al Congreso pedir al Departamento de Estado que indicara en los pasaportes que Jerusalén es parte de Israel.
En una decisión de 6 contra 3, el máximo tribunal de Estados Unidos determinó que el Congreso no puede "agrandar su poder" sobre la administración Obama con una ley que permite a los ciudadanos estadounidenses nacidos en Jerusalén anotar "Israel" como su lugar de nacimiento en el pasaporte.
Tras se?alar que la postura política en relación con Jerusalén es uno de los asuntos más delicados de la política exterior de Estados Unidos, el juez Anthony Kennedy indicó que aunque tanto el Congreso como la rama ejecutiva de la administración son responsables de la política exterior, el presidente tiene la facultad exclusiva de otorgar reconocimiento formal a un ente soberano extranjero.
En su propuesta de Ley de Autorización de las Relaciones Exteriores del A?o Fiscal 2003 presentada a la Casa Blanca, el Congreso insertó una cláusula que ordenaba al Departamento de Estado "registrar Israel como lugar de nacimiento" en los pasaportes de los estadounidenses nacidos en Jerusalén si lo pedían los padres.
El ex presidente George W. Bush firmó la ley, pero dijo que no la seguiría porque "interfiere de forma inadmisible con la autoridad constitucional del presidente de conducir la política exterior del país".
Después de la promulgación de la ley, los padres de Menachem Zivotofsky, quien nació en Jerusalén, presentaron una demanda contra el Departamento de Estado cuando su petición de anotar Israel como lugar de nacimiento fue negada.
El fallo de hoy fue una victoria para la administración Obama dado que este caso de los pasaportes, de gran carga política, se había convertido desde hace mucho tiempo en parte de una batalla mucho más grande sobre quién debía controlar la política exterior estadounidense y sobre si Estados Unidos debía ponerse del lado de alguna de las partes en el conflicto de Medio Oriente.
Ningún presidente de Estados Unidos ha reconocido la soberanía de Israel sobre Jerusalén y Obama había buscado durante mucho tiempo la revocación de la ley.