SAN SALVADOR, 28 ago (Xinhua) -– El gobierno de El Salvador publicó oficialmente el informe de la comisión de la verdad, el documento que auspició la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras el fin de la cruenta guerra civil en 1992.
El documento, titulado “De la locura a la esperanza”, fue editado inéditamente por la Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI), la casa editorial más antigua del país y opera bajo la Secretaría de Cultura.
El libro fue presentado oficialmente por el presidente Salvador Sánchez Cerén, quien prologa el documento histórico y que recoge las violaciones a los derechos humanos cometidas por los bandos en conflicto durante la guerra de 12 a?os que sufrió este país centroamericano.
Tras la firma de los acuerdos de paz, en enero de 1992, entre el expresidente Alfredo Cristiani y la antigua guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), las partes decidieron consignar en un informe los abusos de la guerra.
La ONU comisionó al expresidente colombiano Belisario Betancur, el venezolano Reinaldo Figueredo y el estadounidense Thomas Buergenthal para que condujeran un equipo multidisciplinario que investigó los casos emblemáticos de violaciones a los derechos humanos.
La guerra civil en El Salvador cobró la vida de al menos 70.000 salvadore?os, dejó 100.000 lisiados y 10.000 desaparecidos.
El informe inicialmente fue presentado por la ONU en 1993, pero fue sistemáticamente rechazado por el ahora partido opositor Alianza Republicana Nacionalista (Arena) que todavía sostiene que es inconveniente abrir las heridas del pasado.
El FMLN, que gobierna un segundo periodo, por el contrario, promueve la memoria histórica nacional como pieza fundamental para el futuro de la democracia salvadore?a.
“De la locura a la esperanza es un documento sobrio, ecuánime, imparcial, que desvela sin omisiones el testimonio de quienes sufrieron violaciones a los derechos humanos por parte de actores armados”, calzó Sánchez en la presentación.
El acto, que fue organizado en el Palacio Nacional, ubicado en el caótico centro histórico de la capital, contó con la participación del ministro de Relaciones Exteriores, Hugo Martínez, y el secretario de Cultura, Ramón Rivas.