Eco-ciudades: el futuro de China |
Según la consultora global McKinsey & Co, 3,6 billones de personas o la mitad de la población mundial, viven en ciudades. Este es el más alto índice en la historia de la humanidad. El número sigue creciendo dramáticamente.
En Asia, más de 122.000 personas emigran diariamente del campo a la ciudad, en busca de mejores oportunidades de trabajo para elevar su nivel de vida.
La empresa consultora McKinsey estima que en los próximos 15 a?os más de 5 billones de seres humanos, aproximadamente el 60 por ciento de la humanidad, estarán viviendo en las ciudades. La mayoría se concentra en Asia.
Los países desarrollados como Japón, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur invierten grandes recursos para hacer frente a la creciente población urbana, sin embargo en los países en desarrollo es difícil compaginar la economía y las exigencias que demanda una urbanización a gran escala.
Todos luchan para asegurar o mantener la viabilidad de las ciudades y los medios de subsistencia de las personas que viven en ellas. Y son conscientes de la responsabilidad ambiental y el legado que dejarán si logran encontrar formas más sostenibles y eficientes de gestionar los recursos de estas ciudades.
El Banco Asiático de Desarrollo, con sede en Manila, estima que para el a?o 2022, estarán viviendo más personas en ciudades asiáticas que en el campo. Esto supondrá una enorme presión sobre las administraciones para garantizar la calidad de los servicios básicos como el acceso a la educación, a la salud, al agua potable, el transporte, la vivienda e incluso el manejo de los desechos urbanos.
Las formas en que las ciudades se desarrollan y encuentran respuestas eficientes a los retos de la rápida urbanización son de gran importancia para sus ciudadanos, y también para el resto de la macro-comunidad.
Las ciudades son el centro de la productividad y el crecimiento económico. Sin embargo, consumen la mayoría de los recursos y son la fuente principal de la emisión de gases a la atmósfera, responsables del efecto invernadero.
Lograr un desarrollo urbano sostenible en las urbes, no solamente beneficiará a sus habitantes, sino también, desde una perspectiva global, mejorará las condiciones de la comunidad internacional.
La pregunta es: ?Cómo hacer las ciudades del futuro habitables y sostenibles?
Para el profesor Lehmann la rápida urbanización de la región presenta algunos difíciles retos que deben abordarse. "Tenemos que repensar el futuro de la urbanización en Asia y no será tarea sencilla", augura.
"Las mega-ciudades o conglomerados urbanos que hemos visto desarrollarse en China en los últimos a?os no son la respuesta."
"En China, las eco-ciudades pueden ser nuevas, construidas desde cero, o redise?os de las ciudades ya existentes como Chengdu," afirma Lehmann, refiriéndose a la capital de la provincia de Sichuan en el suroeste de China.
"Estas son iniciativas del gobierno donde se venden parcelas a los promotores privados de acuerdo con un plan maestro. Sin embargo, cada vez más las opiniones de la comunidad se está tomando en cuenta en los debates sobre urbanización. La participación popular en este proceso es algo nuevo para China, pero su tendencia está creciendo".
Este concepto de reconstrucción urbanística puede ser bienvenido en Asia, aunque no en todas partes. "No hay mucho que puedas hacer en ciudades como Bangkok, Manila o Jakarta", confiesa. "Son urbes demasiado grandes y demasiado complejas para deshacerlas y reconstruirlas nuevamente."
En Tianjin, por ejemplo, el gobierno chino y Singapur está desarrollando una ciudad con características ecológicas, con un sistema de transporte de tren ligero y un dise?o de manejo integral de residuos.
"Pero incluso estas ciudades crecen tres o cuatro veces más rápido que las grandes ciudades como Bangkok o Manila", anuncia el experto. En 10 ó 15 a?os, algunas de estas peque?as ciudades de 2 millones de habitantes podrían albergarán 10 millones de personas.
Lehmann aconseja que los gobiernos inviertan ahora para garantizar nuevas infraestructuras que se han de utilizar a largo plazo. También advierte que los planificadores no deben cometer los mismos errores del pasado, cuando el urbanismo asiático se basó en anticuados modelos urbanos occidentales. "Las ciudades de segundo y tercer nivel pueden transformarse en ciudades verdes, y creo que para China este es el camino a seguir. No puedes reconstruir totalmente ciudades como Shanghai o Beijing".