BEIJING, 3 jun (Xinhua) -- Vietnam debe asumir la responsabilidad de la escalada de las tensiones en el Mar Meridional de China, argumentó un experto chino en relaciones internacionales en un comentario publicado por el periódico local en inglés China Daily en su edición del domingo.
Chen Qinghong, experto del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, afirmó que las islas Xisha han sido territorio inherente chino desde tiempos antiguos y recordó que Vietnam parecía reconocer y respetar la soberanía de China sobre las mismas antes de mediados de la década de 1970.
Chen destacó que Vietnam está deseoso de aprovechar la oportunidad que le ha proporcionado el viaje del presidente estadounidense, Barack Obama, por el este de Asia y la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) para intensificar la disputa en torno al Mar Meridional de China.
A continuación se muestra el texto íntegro del comentario del especialista:
La situación reciente en el Mar Meridional de China es realmente preocupante. A pesar de la ley internacional y de las gestiones, advertencias y disuasiones por parte de China, el lado vietnamita no sólo continúa interrumpiendo con fuerza las operaciones de perforación normales de la Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China (CNOOC, siglas en inglés) y realizando acciones peligrosas, sino que también ha incitado y consentido los disturbios contra los chinos en su territorio nacional, que han resultado en víctimas fatales y graves da?os a las empresas extranjeras.
Las acciones de Vietnam en mayo han ejercido un impacto negativo sobre sus relaciones amistosas con China y la estabilidad regional.
Las islas Xisha han sido territorio inalienable de China desde tiempos antiguos. Los chinos descubrieron estas islas cuando navegaban por el Mar Meridional de China durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.)
Documentos históricos muestran que los chinos pescaron y comerciaron alrededor de las islas Xisha durante las dinastías Song (960-1279), Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), lo que sirve como prueba para la jurisdicción de China sobre el área.
China ha continuado ejerciendo su soberanía sobre las islas Xisha desde la fundación de la República Popular China en 1949.
Vietnam parecía reconocer y respetar la soberanía de China sobre las islas antes de la mitad de la década de los 70 del siglo pasado. En 1956, el entonces viceministro de la República Democrática de Vietnam, Dung Van Khiem, recibió a Li Zhimin, encargado de negocios interino de la embajada china en Vietnam, y le dijo que "según los datos vietnamitas, las islas Xisha y Nansha son históricamente parte del territorio chino".
En septiembre de 1958, el premier vietnamita Pham Van Dong declaró solemnemente en una nota dirigida al entonces primer ministro chino, Zhou Enlai, que Vietnam reconocía y apoyaba la Declaración del Gobierno de la República Popular China sobre el mar territorial de China según la cual la amplitud del mar territorial de China debía ser de 12 millas náuticas y que esta provisión debía aplicarse a todos los territorios de la República Popular China, incluidas las islas Xisha y Nansha en el Mar Meridional de China.
La nota de Pham Van Dong sugiere que el gobierno vietnamita reconocía la soberanía de China sobre las islas Xisha y Nansha.
El sitio de perforación de la plataforma petrolífera de la CNOOC está situado sólo a 17 millas náuticas de la isla china de Zhongjian de las islas Xisha, y las actividades relacionadas de exploración y perforación están siendo realizadas en aguas indiscutiblemente bajo administración de China.
China tiene el derecho de explorar y gestionar las aguas circundantes a las islas Xisha y la perforación en esta zona debe ser un derecho soberano de China que se ajuste con la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley del Mar.
Las acciones provocativas de Vietnam, como el envío al lugar de barcos para chocar a los buques chinos, no sólo infringe la soberanía y la jurisdicción de China, sino que también pone en serio peligro la libertad y la seguridad de la navegación en esas aguas.
Además, el gobierno vietnamita también suscitó el sentimiento público en el país, tratando de canalizar la insatisfacción de la gente con la corrupción gubernamental y el deterioro económico hacia China.
Algunos observadores internacionales han comentado que China es "insensata" al establecer la torre de perforación 981 poco después de que Obama terminara su viaje por Asia Oriental y en vísperas de la 24o Cumbre de la ASEAN; otros han opinado que China está emprendiendo una "nueva estrategia" en el Mar Meridional de China.
Sin embargo, China ha llevado a cabo actividades de exploración y perforación en las aguas frente a las islas Xisha durante más de diez a?os. Las actuales operaciones se están realizando de acuerdo con las actuales necesidades de trabajo y con las condiciones marinas, algo fácilmente inteligible dentro de la industria.
Por lo tanto, además de buenas condiciones del mar, China no tiene otra consideración a la hora de continuar con la exploración en la plataforma.
Tras la confrontación China-Vietnam en el mar, Estados Unidos criticó a Beijing, pero relativizó tanto las peligrosas acciones de Hanoi en el mar como los violentos actos domésticos contra China y otros países.
La mayor parte de los países de la ASEAN puede mantener una actitud justa y sana, pero también han manifiestado su preocupación por la escalada de las tensiones entre China y Vietnam. Este tipo de situación tensa es lo que la parte vietnamita quiere ver.
China presta importancia a las buenas relaciones de vecindad y amistad con las naciones vecinas y se está comprometida a buscar una solución pacífica a las disputas del mar Meridional de China que pueda satisfacer a todas las partes involucradas para el bien de la paz y la estabilidad regionales.
En 2011, China y Vietnam firmaron un acuerdo sobre los básicos principios que guían la solución de los asuntos marítimos entre los dos países, según el cual ambas partes deben promover la cooperación marítima en aspectos menos sensibles y buscar el progreso estable en las negociaciones acerca de la demarcación marítima de la bahía del golfo de Beibu y abordar el desarrollo conjunto de la zona.
En 2013, las dos naciones acordaron establecer un grupo de trabajo para explorar el desarrollo conjunto de las aguas en disputa.
Pese al progreso obtenido por ambas partes, Hanoi ignoró el panorama general de las relaciones bilaterales y la estabilidad regional y finalmente provocó las repercusiones de mayo. El gobierno vietnamita tiene una responsabilidad inevitable con el maligno evento y debe ofrecer compensaciones por las pérdidas y disculpas al pueblo chino.