BUENOS AIRES, 31 may (Xinhua) -- Los futbolistas de un equipo africano que almorzaban mono asado antes de los partidos, un albanés que apostó a su propia esposa en un duelo de la selección argentina o la extra?a camiseta que utilizó el holandés Johan Cruyff en Alemania 1974.
Estas son algunas de las más de 500 curiosidades del libro "Historias insólitas de los Mundiales de fútbol", obra del periodista argentino Luciano Wernicke, de 44 a?os.
En la publicación se plasmó un pormenorizado recorrido por miles de páginas de periódicos, libros y revistas de todo el mundo para extraer no sólo relatos vinculados directamente con la pelota.
También se consignan extra?as situaciones sociales o políticas enhebradas en el marco del campeonato de fútbol más importante del planeta, como las influencias de Benito Mussolini, Adolfo Hitler o la dictadura argentina dentro de una cancha.
"Siempre me llamaron la atención los casos extra?os e inusuales del deporte, sobre todo del fútbol. Esas rarezas o 'apostillas' que muchas veces ocupan un lugar destacado pero al margen de la crónica", contó Wernicke a Xinhua.
Además, sostuvo que "hace casi 20 a?os" decidió escribir su primer libro sobre curiosidades de fútbol y en 2008 le propuso a Editorial Planeta hacer uno sobre la historia de los mundiales de fútbol, "pero desde otra perspectiva".
La idea fue "poner el énfasis en esas peque?as historias que muchas veces quedan sepultadas por los resultados o en el olvido, sin ignorar los hechos más relevantes del plano deportivo" (campeones, figuras, goleadores, etc.)
"Con muchas horas de trabajo en hemerotecas de Buenos Aires, Montevideo y Roma y la lectura de casi un centenar de libros de todo el mundo, rescaté cientos de curiosidades que certifican que un Mundial es mucho más que un acontecimiento deportivo por su valor cultural y social", dijo.
El autor rescata en su trabajo las particulares costumbres gastronómicas de los equipos, las cábalas, las lesiones más insólitas y también raras costumbres religiosas, como las de los jugadores de Irlanda del Norte que, para el Mundial de Suecia 1958, reclamaron a la FIFA no jugar los domingos.
Entre ellas, cuenta que el técnico chileno Fernando Riera utilizaba la gastronomía típica de sus rivales para alimentar y estimular a sus hombres -queso antes de jugar con Suiza, salchichas con chucrut para enfrentar a Alemania, beber vodka para vencer a la ex Unión Soviética-.
Del mismo modo, revela que el holandés Johan Cruyff le sacaba una de las tres tiras a cada manga de su camiseta Adidas porque era auspiciado por la empresa rival Puma.
O por qué la selección argentina vistió de amarillo, por única vez en su historia, para enfrentar a Alemania en la Copa de Suecia 1958: el árbitro creyó que la camiseta blanca germana se confundía con la albiceleste y ordenó a los sudamericanos calzarse la casaca del club local IFK Malmoe.
Otro caso desopilante fue protagonizado por el técnico argentino Carlos Bilardo: a pesar de que su equipo ganó el torneo de México 1986, el entrenador regresó amargado al vestuario porque su selección había recibido dos goles luego de sendos tiros de esquina.
Tan triste estaba Bilardo que se quitó del cuello la medalla de oro y se la regaló a un dirigente. Sintió que no se la merecía.
"Para la primera edición, que se publicó en Argentina, Uruguay y Colombia en 2010, invertí un a?o y medio de trabajo, entre la recopilación del material, su selección, la redacción de las historias y su corrección", se?aló Wernicke.
En tanto, para este nuevo lanzamiento (se amplió Chile y México), que incluye anécdotas de Sudáfrica 2010 y muchas más que correspondieron a otras ediciones del torneo, "trabajé entre cuatro y cinco meses", a?adió.