SANTIAGO, 17 nov (Xinhua) -- El presidente de Chile, Sebastián Pi?era, valoró este domingo el histórico acuerdo al que llegó la clase política chilena para discutir una nueva Constitución para el país, luego de un mes de manifestaciones sociales.
"Quiero valorar y agradecer desde el fondo del alma a ese amplio grupo de parlamentarios que, después de muchas horas de difíciles y legítimas discusiones, lograron superar muchas de sus históricas diferencias y alcanzar un acuerdo que pone los intereses de Chile y los chilenos por delante", se?aló el mandatario en una cadena nacional que celebró esta jornada.
Comentó que de "eso se trata la buena política" y agregó que "significa un compromiso amplio y sólido, que estoy seguro tiene el respaldo mayoritario de la ciudadanía".
Sobre el estallido social que comenzó el pasado 18 de octubre, Pi?era aseveró que en las últimas cuatro semanas "hemos vividos tiempos difíciles, que han golpeado el alma y nos han dejado profundas lecciones, y han sembrado esperanza".
"Esa fuerte y clara voz de nuestros ciudadanos la hemos escuchado con mucha humildad, y ha significado valiosos aprendizajes, porque representan demandas justas y legítimas", dijo.
Abundó que "todos hemos cambiado, porque el pacto social se resquebrajó y mostró sus heridas. Necesitamos juntos renovarlo, y para eso todos debemos condenar sin ambigüedad la violencia, venga de donde venga".
Y reiteró su compromiso con los derechos humanos y afirmó que "no habrá impunidad".
Las principales fuerzas políticas de Chile anunciaron la madrugada del viernes pasado que lograron un acuerdo, catalogado como histórico, para una nueva Constitución que será aprobada en dos plebiscito populares, uno de entrada y otro de salida.
Por primera vez en la historia del país la Carta Magna será discutida por la ciudadanía.
La negociación para lograr el acuerdo por una nueva Constitución se extendió por 15 horas y considerará un plebiscito de entrada con dos preguntas.
La primera es si el votante se debe pronunciar sobre si apoya o no un cambio constitucional y la segunda propone dos mecanismos para la elaboración de la Carta Magna: una convención constituyente compuesta en un 100 por ciento por ciudadanos elegidos para esa labor, similar a la asamblea constituyente, o una convención mixta con porcentaje igualitario de participación de parlamentarios y de miembros electos para ese fin.
La elección de los constituyentes se efectuará en octubre del próximo a?o, junto con los comicios de gobernadores regionales y alcaldes.
El plazo de funcionamiento de la instancia será de 9 meses, prorrogable una sola vez por otros tres meses.
El texto constitucional que redacte la convención tendrá que ser visado por medio de un plebiscito ratificatorio, o votación de salida, que se llevará a cabo con voto obligatorio.
La actual Constitución chilena que se promulgó en 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), pese a que ha tenido decenas de reformas, siendo la más importante de 2005, se considera ilegítima por su origen y porque no satisface las demandas de la población.
La crisis social chilena cumplió el viernes pasado un mes de manifestaciones en todo el país. La población reclama por las bajas pensiones y salarios, el alto costo de los servicios básicos, y la baja calidad de la salud y la educación.
Uno de los reclamos que ha tomado más fuerza y tiene en jaque al gobierno local, es la idea de redactar una nueva Constitución con la participación de la sociedad civil, para lo que se pide impulsar una asamblea constituyente.