BUENOS AIRES, 10 dic (Xinhua) -- El presidente argentino, Mauricio Macri, admitió hoy estar "golpeado" por la coronación del River Plate en la Copa Libertadores de América ante el Boca Juniors, equipo del que es aficionado y que presidió entre 1995 y 2007.
Macri dialogó este lunes con un grupo de alumnos de las escuelas primarias número 2 "Bartolomé Mitre", de la localidad de Olivos (periferia norte), y número 20 "Martina Céspedes", de la localidad de Villa Martelli (periferia noroeste), en el "Paseo de la República", un espacio verde contiguo a la residencia oficial de Olivos, 15 kilómetros al norte de Buenos Aires.
"No nos alcanzó, estamos golpeados todos", contestó Macri cuando un alumno le preguntó por el cotejo disputado el domingo en el estadio Santiago Bernabéu, del Real Madrid, en el que el River Plate se impuso al Boca Juniors por 3:1 y se coronó campeón de la Copa Libertadores de América.
El alumno le dijo además a Macri que desea ser futbolista como Darío Benedetto, el delantero del Boca Juniors que convirtió el único tanto de su equipo en la final del domingo, a lo que el Jefe de Estado respondió: "Ayer hizo un golazo, pero no alcanzó".
Macri había felicitado el domingo al River Plate por su coronación en la Copa Libertadores de América: "Felicitaciones a River y a todos sus hinchas por el triunfo en este partido histórico. Los de Boca sabemos que el fútbol siempre da revancha", sostuvo.
El jefe de Estado, en su cuenta de la red social Twitter, a?adió: "Quería felicitar especialmente a los hinchas de River y Boca que compartieron pacíficamente este partido histórico en el estadio Bernabéu".
"El comportamiento ejemplar de estos miles de argentinos que viajaron a Madrid demuestra que el problema de nuestro fútbol no son los hinchas, sino un pu?ado de delincuentes que usan la violencia mafiosa para defender sus negocios", dijo.
Macri, de 59 a?os, es fanático del Boca, adonde fue presidente entre 1995 y 2007, el ciclo más exitoso de la historia de la institución.
El River se impuso 3:1 en el estadio Santiago Bernabéu, del Real Madrid, tras el empate 2:2 en La Bombonera, de Buenos Aires, el 11 de noviembre.
El sábado 24 de noviembre, el ómnibus que trasladaba al plantel de Boca al estadio Monumental, del River Plate, para disputar el desquite de la final de la Copa Libertadores de América, fue apedreado por aficionados "millonarios".
Dos jugadores "xeneizes" sufrieron lesiones oculares, entre ellas el capitán Pablo Pérez, por lo que el encuentro fue suspendido.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) resolvió quitarle la localía al River y mudar la final a Madrid, adonde se llevó finalmente a cabo el domingo.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo, quien no pudo darles indicaciones a sus dirigidos por una suspensión de la Conmebol, ganó su cuarto título en el máximo certamen continental a nivel de clubes.
Además, se clasificó para la edición 2019 y también para el Mundial de Clubes de la FIFA que se desarrollará en los próximos días en Emiratos Arabes Unidos.