QINGDAO, 8 jun (Xinhua) -- Al asumir la presidencia rotatoria de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) en junio del a?o pasado, China prometió realizar los "mejores esfuerzos para cumplir la tarea, trabajar con otras partes para brindar a la gente un mayor sentido de beneficios y marcar el inicio de un futuro más brillante para la organización".
Un a?o después, China será sede de la XVIII cumbre de la OCS en Qingdao el 9 y 10 de junio.
A partir de los éxitos logrados el a?o pasado, la cumbre de Qingdao, que será presidida por el presidente chino, Xi Jinping, está lista para ser fructífera y un hito en el desarrollo de la OCS.
Los líderes emitirán la Declaración de Qingdao e impulsarán el Espíritu de Shanghai. Se espera que sean firmados más de 10 acuerdos en diversas áreas de seguridad, cooperación económica e intercambios entre pueblos.
China, como miembro fundador, ha compartido su visión y sabiduría con otros miembros. El presidente Xi participó en las pasadas cinco cumbres de la OCS en Bishkek, Dushambé, Ufá, Taskent y Astaná y ha brindado un apoyo consistente y fuerte al desarrollo de la OCS.
Durante su presidencia, China ha fortalecido la confianza mutua, expandido la cooperación y elevado la organización.
Desde junio pasado se han llevado a cabo 160 actividades en las áreas política, financiera, comercial, de seguridad, ambiental y agrícola, entre otras. Entre ellas, se realizaron por primera vez foros de mujeres, partidos políticos, organizaciones culturales y artísticas y de cooperación médica.
Con estas acciones, China muestra al mundo que considera al impulso del desarrollo de la OCS como una de sus prioridades diplomáticas.
China considera a la OCS como una plataforma para construir un nuevo tipo de relaciones internacionales, uno caracterizado por el respeto mutuo, equidad, justicia y cooperación de ganar-ganar. Esto contrasta drásticamente con la mentalidad de Guerra Fría de confrontación y dominación.
El Espíritu de Shanghai de confianza mutua, beneficio mutuo, igualdad, consulta, respeto a las civilizaciones diversas y búsqueda del desarrollo común, es el fundamento para una OCS próspera.
China defiende una comunidad de destino de la humanidad. Propone el principio de consulta amplia, contribución conjunta y beneficios compartidos. Estas visiones diplomáticas han servido bien al desarrollo de la OCS.
En 2001, el volumen comercial entre China y otros miembros de la OCS era de apenas 12.100 millones de dólares. De 2013 a 2017, China importó de otros países miembros productos por un asombroso total de 340.000 millones de dólares. La inversión directa de compa?ías chinas en estos países sumó 15.000 millones de dólares.
Desde su fundación hace 17 a?os, las agendas de la OCS se han ampliado para abarcar seguridad, cooperación económica, intercambios entre pueblos y otras áreas. La expansión de miembros el a?o pasado, cuando se incorporaron la India y Pakistán, muestra el valor estratégico y atractivo crecientes de la OCS.
Con el fin de fortalecer la cohesión y la confianza mutua entre los miembros viejos y nuevos, China ha buscado consensos, facilitado los diálogos y promovido el desarrollo sólido y estable de la OCS, que representa casi la mitad de la población mundial y más de 20 por ciento del producto interno bruto (PIB) global.
China deslumbrará como un anfitrión orgulloso del evento diplomático, y trabajará con otros miembros para convertir a la cumbre de Qingdao en un hito en el desarrollo de la OCS y lanzará este nuevo tipo de organización regional en una nueva era.