Un cohete Gran Marcha 4C transportando un satélite de retransmisión, denominado Queqiao (Puente Urraca), despega a las 05:28 hora local, desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, en el suroeste de China, el 21 de mayo de 2018. China lanzó un satélite de retransmisión en las primeras horas del lunes para establecer un enlace de comunicación entre la Tierra y la sonda lunar Chang'e-4 que explorará la cara oculta de la Luna que no puede verse desde la Tierra. (Xinhua/Cai Yang)
XICHANG, 21 may (Xinhua) -- China lanzó un satélite de retransmisión en las primeras horas de hoy lunes para establecer un enlace de comunicación entre la Tierra y la sonda lunar Chang'e-4 que explorará la cara oculta de la Luna.
El satélite Queqiao (Puente de las Urracas) fue puesto en órbita por un cohete Gran Marcha 4C que despegó a las 05:28 hora local desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, suroeste de China, informó la Administración Espacial Nacional de China.
"El lanzamiento es un paso clave para que China logre su objetivo de ser el primer país en enviar una sonda que explore la superficie de la cara oculta de la Luna", dijo Zhang Lihua, supervisor del proyecto del satélite de retransmisión.
Unos 25 minutos después del despegue, el satélite se separó del cohete y entró en la órbita de transferencia Tierra-Luna, con un perigeo a 200 kilómetros y un apogeo a unos 400.000 kilómetros. Posteriormente se desplegaron los paneles solares y las antenas de comunicación.
De acuerdo con lo planeado, Queqiao entrará en una órbita de halo alrededor del segundo punto de Lagrange (L2) del sistema Tierra-Luna, a unos 455.000 kilómetros de nuestro plantea. Con esto se convertirá en el primer satélite de comunicaciones que opera en esa órbita.
La misión debe superar muchos desafíos, incluyendo múltiples ajustes en su órbita, frenar cerca de la Luna y aprovechar la gravedad lunar, dijo Zhang.
En una popular leyenda china, las urracas forman un puente con sus alas en la séptima noche del séptimo mes del calendario lunar para permitir a Zhi Nyu, la séptima hija de la Diosa del Cielo, reunirse con su esposo, de quien permanece separada por la Vía Láctea.
Los científicos e ingenieros del proyecto esperan que el nuevo satélite forme un puente de comunicación entre los controladores en Tierra y la cara oculta de la Luna, en donde alunizará este a?o el explorador lunar Chang'e-4.
El lanzamiento de hoy fue la misión 275 de la serie de cohetes Gran Marcha.
Las fuerzas de marea de la Tierra han disminuido la rotación de la Luna hasta el punto en que siempre es el mismo lado el que da hacia la Tierra, en un fenómeno que se conoce como bloqueo de marea. La otra cara, la mayor parte de la cual nunca es visible desde la Tierra, es lo que acostumbramos a llamar la cara oculta, o el lado oscuro, pero no porque no reciba iluminación sino porque es, en gran medida, desconocida.
Con su entorno especial y su compleja historia geológica, la cara oculta es un eterno punto de interés para la exploración científica y espacial. La cuenca de Aitken de la región del polo sur lunar en la cara más alejada de la Tierra ha sido elegida como el lugar de descenso de Chang'e-4. Se cree que la región tiene un gran potencial para la investigación.
Sin embargo, el alunizaje y la navegación requieren de un satélite de retransmisión para llevar y traer las se?ales. La misión Chang'e-4 será más complicada que Chang'e-3, el primer descenso suave de China en la Luna, en 2013.
"Dise?amos una órbita alrededor del punto L2 en el sistema Tierra-Luna desde donde el satélite podrá 'ver' tanto la Tierra como la cara oculta de la Luna", explicó Bao Weimin, director de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespaciales de China.
El establecimiento de un enlace de comunicación es esencial para el éxito de la misión, aseveró Bao.
El artefacto, que pesa unos 400 kilos y tiene una vida dise?ada de tres a?os de duración, está dotado de varias antenas. Una de ellas, con forma de paraguas y con un diámetro de 5 metros, es la antena de comunicación más grande utilizada hasta ahora en la exploración del espacio profundo, dijo Chen Lan, ingeniero subjefe de la filial de Xi'an de la Academia de Tecnología Espacial de China.
El satélite podría permanecer en la órbita de halo alrededor del punto L2 por un largo tiempo utilizando una cantidad relativamente peque?a de combustible, gracias al equilibrio gravitacional en ese punto.
(Web editor: Felipe Chen, Rocío Huang)