El equipo de cirujanos del centro médico Teknon durante la intervención - EFE
Madrid, 15/03/2018(El Pueblo en Línea) - El uso de descargas eléctricas en el cerebro mediante electrodos para mejorar el párkinson no es nuevo. Realizar esta cirugía a través de un robot sí. Por primera vez en Espa?a, un equipo de cirujanos del centro médico Teknon de Barcelona ha operado el cerebro de una paciente de 67 a?os afectada por la enfermedad utilizando tecnología robótica. Durante la intervención, realizada el martes, se implantó a la mujer, vecina de Barcelona, unos electrodos que le permitirán controlar sus movimientos, a la vez que reducir su medicación, según ABC.
El mal de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento que se produce cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida como dopamina. La enfermedad causa la pérdida del automatismo de los movimientos, algo que, por un lado, ralentiza y hasta puede desembocar en parálisis eventuales, pero también impide controlarlos y crea temblores.
La neuróloga Anna Pujol, del equipo del neurocirujano Bartolomé Oliver, que ha coordinado la intervención, destaca las ventajas de utilizar un robot en esta cirugía. ?Ofrece dos ventajas importantes: por un lado, su elevada precisión, y, por otro, consecuencia de la primera, que hay muchas más posibilidades de acertar a la primera y colocar bien los electrodos?, explica Pujol. Recuerda, en este sentido, que con la cirugía manual se despierta al paciente de la anestesia para comprobar la correcta implantación de las terminales desde donde se producirán las descargas eléctricas y con el robot, si se precisa, ?no es necesario?. Con el uso del robot también se acorta el tiempo de quirófano. ?Se recorta hasta una hora?, dice la neuróloga.
El procedimiento para intervenir es prácticamente el mismo que con la cirugía manual. Tras visualizar el cerebro de la paciente a través de un TAC (Tomografía Axial Computerizada), que se completa con una resonancia magnética para obtener una imagen única, el robot localiza las coordenadas exactas donde se deben colocar los electrodos, uno a cada lado del cerebro, con un margen de error inferior a 0,3 milímetros, una mejora respecto al milímetro de error que se produce en una operación manual.
Una vez intervenida, la paciente queda ingresada unos días y durante un período de un mes, los médicos le realizan controles puntuales para ir adaptando la intensidad de las descargas de los electrodos, que van conectados a una batería implantada bajo la clavícula.