Reclusas reciben instrucción sobre el SIDA en la prisión de mujeres de Xinxiang, provincia de Henan.
Beijing,26/12/2017(El Pueblo en Línea)-China llevará a cabo una prueba piloto para inscribir a los reclusos en los programas de seguros médicos básicos y de esta forma proteger sus legítimos derechos, precisó Wang Jinyi, director de la Oficina de Gestión Penitenciaria del Ministerio de Justicia de China.
La prueba, que tendrá dos a?os de duración, se llevará a cabo en Heilongjiang, Jiangxi, Hainan, Guizhou, Shaanxi y Chongqing antes de ser institucionalizada a nivel nacional.
"Estamos en conversaciones con otras autoridades, incluido el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social para preparar un borrador que contenga todos los detalles del reglamento", aseguró Wang.
El alto funcionario precisó que la mayoría de los gastos médicos de los reclusos serán cubiertos por el seguro de salud nacional.
"En virtud de la nueva medida, los distintos sectores mejorarán el mecanismo y trabajarán más unidos para proteger la salud de los reclusos y sus legítimos derechos", a?adió.
Aunque, de conformidad con la Ley de Cárceles, el tratamiento médico de los condenados ha sido incluido en el presupuesto del Estado, “el grado y nivel ha estado lejos de ser el adecuado debido a la falta de un mecanismo eficaz y un reglamento actualizado", fustigó Wang.
De acuerdo al Ministerio de Justicia de China, el país tiene 1,7 millones de personas que cumplen condenas en 680 cárceles nacionales, de ellos hay 320.000 ex funcionarios.
Desde el 2012, el número promedio de reclusos que escapan de prisión ha descendido a menos de seis por a?o, en comparación con los 1.000 de los a?os ochenta y noventa.
Aunque la situación general en las prisioneses estable, han sido reportados algunos casos de violaciones de los derechos humanos, trabajo forzado, abuso e inadecuada atención médica. Dichas irregularidades han captado la atención de la opinión pública en China y en el extranjero.
"Hemos tomado eficaces medidas para proteger plenamente a los reclusos y hemos adoptado una actitud de tolerancia cero hacia cualquier comportamiento que lacere sus legítimos derechos", insistió Wang.
Y a?adió que el Ministerio de Justicia ha ampliado el alcance de los servicios jurídicos que los abogados pueden ofrecer a los presos, facilitando el acceso de los abogados mientras cumplen sus condenas.
Los reclusos también van a tener acceso a las oficinas de la fiscalía en las cárceles de todo el país. Aquellos que consideren que recibieron sentencias injustas, que fueron tratados injustamente en prisión o tienen cualquier queja podrán tramitarla con celeridad.
“Además, las autoridades han instituido políticas más humanitarias y nuevas medidas de asistencia para el tratamiento de reclusos diagnosticados con enfermedad infecciosa, como el SIDA y la hepatitis”, recalcó Wang.
Desde 2005, la prisión Xinkang-en Shanxi-ha sido el reclusorio de 300 presos con VIH. En 12 a?os, no se reporta ningún caso de infección viral o problemas con la atención médica, indicó el Ministerio de Justicia de China.
Durante estos a?os, la cárcel Xinkang ha implementado una política de prevención y lucha contra el VIH y exhortó a los reclusos a que aprovechen la información ofrecida acerca de la crónica enfermedad y sus medidas preventivas. Antes de ingresar a prisión se le realizaron exámenes físicos a los reclusos, y posteriormente han tenido chequeos regulares para mantener actualizada su situación médica.
"Hemos creado un sistema centralizado de administración y ofrecido más cuidados y medidas de asistencia", detalló Wang. "Los funcionarios de las prisiones también ahora prestan más gran atención a la salud psicológica."
La prisión proporciona gratuitamente los medicamentos y traslada a los reclusos a los hospitales para que reciban el tratamiento adecuado. Cuando los condenados son elegibles para la libertad condicional, la prisión informa de su situación a las autoridades competentes para que se mantenga la ayuda local".
Wang considera que la responsabilidad de las prisiones no es sólo mantener la seguridad en sus recintos, impidiendo que los reclusos se amotinen o escapen, también hay que reformarlos y prepararlos, ayudándoles a que desarrollen más habilidades profesionales en aras de una exitosa reinserción social.
“A partir de su grado de peligrosidad y el da?o social causado, vamos a clasificar a los reclusos y elaborar medidas para ellos. De esta manera, minimizaremos delitos futuros y reinsertaremos en la sociedad a ciudadanos que logren comportarse de acuerdo a la ley", concluyó Wang.