Otazu visita una base de semillas de papa en Qinghai. [Foto: proporcionada]
En esa primera vista y basándose en sus observaciones, les ofreció sugerencias. Y quedó sorprendido al ver que sus colegas chinos las tomaron muy en serio. Enseguida realizaron algunos cambios operaciones en las parcelas de cultivo, mejorando la eficiencia de la producción de semillas.
Además de realizar presentaciones sobre temas técnicos e intercambiar ideas con investigadores chinos, Otazu también visita las bases de semillas del Instituto de Xining y de otras zonas de Qinghai.
Este a?o, ha viajado a China en dos ocasiones. Y a pesar de que sus visitas suelen ser cortas, se ha quedado casi un mes en cada una. Dentro de las nuevas actividades, el experto peruano visita a los agricultores para comprobar si los productos agrícolas están correctos.
"Para que Qinghai aproveche mi experiencia en el cultivo de papas, trato de que mi estancia rinda al máximo. Ese es el objetivo principal de mis visitas a China", precisa.
Otazu también ayuda al Instituto Qinghai a compartir recursos con el Centro Internacional de la Papa en proyectos de cultivo y prevención de enfermedades.
Esta cooperación ha permitido que el Instituto Qinghai logre ostensibles avances en el cultivo de papas. Su eficiencia ha aumentado 10 veces en apenas una década.
Actualmente, Qinghai se encuentra entre los principales productores nacionales de semillas de papas y comercializa sus productos en una docena de provincias de China.
El tipo de papa Qingshu-9, creada en Qinghai, es ahora la variedad más cultivada en los campos de China continental. Para el 2016, ya se habían cultivado cerca de un millón de hectáreas y los ingresos netos para los agricultores habían aumentado en 2.810 millones de renminbi (42 millones de dólares).
A pesar de no hablar chino, la comunicación de Otazu con sus colegas de Qinghai no ha sido un obstáculo insalvable.
"Sus consejos nos ayudaron a resolver muchos problemas técnicos", confirma Wang Jian, subdirector del Instituto Qinghai. "Es una persona amigable y sincera, que acopla con los investigadores chinos".
La relación Qinghai-Perú ha sido un paradigma de la cooperación de beneficio mutuo ganar-ganar.
"Apreciamos este intercambio. No sólo mi aporte a China, sino también el aporte del personal técnico de Qinghai que visita Perú", enfatiza Otazu.
Otazu considera que la papa sigue siendo un cultivo muy importante, especialmente para algunos países africanos en desarrollo. En esas naciones, aunque es un cultivo relativamente nuevo, la papa no sólo se aprecia como un alimento básico. También representa una fuente importante de ingresos para los agricultores locales.
Perú, padre de la papa y con un rico acervo genético de este tubérculo, contribuye al orbe a través de la cooperación con otros países, China incluida.
Por su contribución a la investigación y producción de papas en Qinghai, el investigador peruano Víctor Otazu fue honrado con el "Premio de la Amistad" que otorga el gobierno chino. Este premio se entrega a los expertos extranjeros que han realizado importantes contribuciones al desarrollo social y económico de China.
Aunque está jubilado, Otazu promete que su colaboración con China continuará. Y dentro de su nueva dinámica de vida, pasará más tiempo ayudando en Qinghai.
Actualmente, China es el mayor productor de papas del mundo.