Por Yasef Ananda
Beijing, 13/04/2017 (El Pueblo en Línea) -Para celebrar la llegada de abril, el Instituto Cervantes de Beijing ha organizado una compacta temporada de conciertos de música clásica titulada “Primavera Musical”.
Dentro de la serie de recitales de músicos espa?oles, los melómanos chinos –jóvenes, en su mayoría- durante casi dos horas tuvieron el privilegio de escuchar la impecable entrega del pianista espa?ol Antonio Narejos, de visita en China por segunda ocasión.
El maestro Antonio Narejos se formó en los Conservatorios Superiores de Alicante y Madrid, continuando estudios en Bruselas y París. Pianista, compositor, pedagogo e investigador musical, tiene en su haber un importante número de recitales de piano y clases magistrales en Espa?a, Alemania, Bélgica, China, Croacia, Corea del Sur e Italia, entre otros países.
El programa del recital de Narejos, segundo concierto dentro de la “Primavera Musical” del Cervantes de Beijing, incluyó tres grandes géneros de la música popular iberoamericana, que en Asia también gozan de un amplio reconocimiento: el tango, el flamenco y el jazz.
“El tango, oriundo de Argentina, es una muestra de que los países iberoamericanos no solamente estamos unidos por el idioma. La música también nos une. En el flamenco hay una serie de cantes que se ha creado por la fusión de la música espa?ola con la música latina que han sido llamados “cantes de ida y vuelta”. Precisamente en el flamenco hay un palo que se llama Tangos Flamencos”, precisó al auditorio el maestro Narejos.
No fue casual que la obra de Astor inaugurara el gran viaje musical de Narejos. Piazzolla, además de uno de los músicos más importantes del siglo xx, es considerado el gran compositor del tango gracias a su transhumancia musical, revitalizadora y universal.
De un solo recorrido, el maestro Narejos entretejió el enigma de cinco grandes e inolvidables tangos de Astor. En comunión con el misterio litúrgico de la poética piazzoliana, magma centellante y esencial del fuelle-verso, se fueron sucediendo “Pigmalión”, “Adiós Nonino”, “Chau París”, “Milonga del ángel” y “La Muerte del ángel”.
En la segunda parte del recital, el maestro Narejos continúo bojeando los espirales de la transculturación. El flamenco espa?ol y la rumba cubana se unieron en justo homenaje al gran guitarrista Paco de Lucía.“Entre dos aguas”: rumba flamenca de callejón andaluz y oleaje de malecón habanero.
Profundizando dentro de la misma brújula e incorporando su expertisse, el maestro Narejos se adentró en la “Fantasía Baetica” de Manuel de Falla, obra densamente poblada de rumores del cante jondo y el existir gaditano. Para muchos, pieza de notable belleza pero de difícil asimilación para el oyente.
Y para terminar a todo jazz, incendió las “Variaciones de Paganini” de Fazil Say, cerrando con la eterna “Rahpsody in Blue” de Gershwing.
“Explorar en el mundo de la música es profundizar en nuestras propias vivencias y enlazar con las de los demás en una búsqueda desinteresada. Es un camino sin fin, que merece la pena recorrer juntos y sin prejuicios. La música nos permite reencontrarnos con lo más auténtico de la vida y al mismo tiempo conectar con los demás a través de un hilo rojo inquebrantable”, ha escrito el maestro Narejos.
Enigma, clamor y espirales para una primavera musical.
“Al escuchar música, es el oyente quien ocupa el lugar del intérprete. En ese momento es, en nosotros, donde la música tiene lugar y a ella nos entregamos, como si emanase de nuestro propio interior”.
El recital de Antonio Narejos en el Instituto Cervantes de Beijing ha logrado eso, y más.