BEIJING, 28 feb (Xinhua) -- Mientras que el crecimiento económico de China se ralentiza por sexto a?o consecutivo en 2016 marcando su mínimo de los últimos 26 a?os, el mundo está mirando con atención al gobierno chino cuando éste se prepara para anunciar el objetivo de expansión de este a?o en la sesión legistalitiva anual.
En 2016 China adoptó por primera vez en dos décadas un rango objetivo para el crecimiento del PIB. Su expansión del 6,7 por ciento el a?o pasado se ubicó en esa horquilla, que estaba estipulada entre el 6,5 y 7 por ciento.
Aunque el ritmo sigue batiendo al de la mayoría de las principales economías, el crecimiento interanual del país se ha ralentizado durante seis a?os consecutivos, disminuyendo desde una tasa de crecimiento de más del 10 por ciento en 2010.
A medida que el actual gobierno chino entra en el último a?o de su mandato quinquenal, todos los ojos están en el objetivo de crecimiento de este ejercicio, que se dará a conocer en marzo durante la celebración de las sesiones anuales del máximo órgano legislativo y el máximo órgano consultivo de China, conocidas como las "dos sesiones".
META EN EL FOCO
Dadas las crecientes incertidumbres en el país y en el extranjero, importa si China cambia su objetivo de crecimiento. La decisión será especialmente relevante, ya que un nuevo comité central del Partido Comunista de China (PCCh) será elegido en el XIX Congreso Nacional del PCCh que se celebrará en el segundo semestre del a?o.
El asesor del banco central Huang Yiping indicó a Xinhua que el gobierno debería fijar un objetivo más flexible para el crecimiento económico en 2017 con el objetivo de dar más espacio a las reformas, proponiendo un rango objetivo de entre el 6 y 7 por ciento.
"Esperamos que China establezca su objetivo de crecimiento del PIB en alrededor del 6,5 por ciento para 2017, y podría crecer un 6,6 por ciento este a?o", expresó Ding Shuang, economista jefe para Gran China de Standard Chartered.
El Banco Asiático de Desarrollo, sin embargo, pronosticó en diciembre que China crecería un 6,4 por ciento en 2017, mientras que el Banco Mundial era más optimista, manteniendo su previsión anterior del 6,5 por ciento que divulgó en enero, en línea con el pronóstico de la Academia de Ciencias Sociales de China.
De cualquier manera, el crecimiento de China permanecerá dentro de un rango razonable y es poco probable que se convierta en un "cisne negro" de la economía mundial en 2017.
"Buscar el progreso mientras se mantiene la estabilidad" será el tema principal de China, según un comunicado emitido después de la Conferencia Central de Trabajo Económico, durante la cual los líderes chinos y altos funcionarios se reunieron con el fin de trazar las prioridades para 2017.
VELOCIDAD INFERIOR, CALIDAD SUPERIOR
Mientras busca la estabilidad, China aspira a una mejor calidad en su crecimiento económico y no escatima esfuerzos para encontrar un equilibrio entre un crecimiento medio-alto y la reestructuración económica.
La economía está virando hacia un modelo de crecimiento impulsado más por nuevos motores como el gasto de los consumidores, la innovación y los servicios, ya que los elaboradores de políticas quieren desenganchar a la economía de su dependencia de las exportaciones y la inversión.
En los últimos a?os, la economía china se ha beneficiado de la reforma y la innovación, incluida la reforma estructural por el lado de la oferta, la iniciativa de la Franja y la Ruta, así como de los planes de desarrollo integrado regional.
Para impulsar el crecimiento, más reformas están en camino. Según la Conferencia Central de Trabajo Económico, los elaboradores de políticas acordaron ampliar la reforma a más áreas, incluyendo la revisión de la oferta del sector agrícola, la revitalización de la economía real y la estabilización del sector inmobiliario.
MOTORES PARA UN CRECIMIENTO MEDIO-ALTO
Gracias a las constantes reformas y prácticas de desarrollo mejoradas bajo el liderazgo central, la salud económica de China se ha acrecentado en los últimos cuatro a?os a pesar de la desaceleración.
Cuando el actual gobierno asumió el poder en 2013, comenzó su mandato con la transformación de las funciones gubernamentales, racionalizando las aprobaciones administrativas y delegando poder a los niveles inferiores.
La reforma no solo condujo a un floreciente crecimiento de la cifra de nuevas empresas, sino que también desató la creatividad de los empresarios e hizo que la economía fuera más vibrante.
Más tarde, la "nueva normalidad" se convirtió en un eslogan en China, ya que el liderazgo central determinó que la economía había entrado en una etapa de crecimiento medio-alto, requiriendo una constante mejora de la estructura económica y búsqueda de la innovación.
Los gobiernos locales han sido instados a tomar la iniciativa de adaptarse a la "nueva normalidad" para mantener el crecimiento económico en un rango razonable y aumentar la calidad y eficiencia del crecimiento.
Al darse cuenta de la excesiva dependencia de China del lado de la demanda, incluida la inversión, el consumo y las exportaciones, el liderazgo central comenzó a subrayar la reforma estructural por el lado de la oferta en 2015.
La reforma estructural por el lado de la oferta, incluida la reducción de los costes empresariales y la lucha contra el exceso de capacidad productiva, ha desempe?ado un papel cada vez más importante en la transición de la dependencia de los motores tradicionales a nuevas fuentes de crecimiento.
La evolución de la gobernanza económica de China continuará orientando a la economía hacia un camino de mayor calidad y más sostenible y ayudará a alcanzar sus metas de desarrollo, incluyendo la creación de una sociedad modestamente acomodada en 2020, sostuvieron los analistas.