Las mujeres con cáncer de mama deben realizar ejercicio para superar la enfermedad |
Fuente:agencias
Toronto,22/02/2017(El Pueblo en Línea)-El ejercicio físico, no cabe ninguna duda, es beneficioso para la salud. Y es que el mantenernos en forma y evitar coger unos kilos de más disminuye nuestro riesgo de sufrir enfermedades muy graves y potencialmente mortales, caso de las patologías cardiovasculares y de numerosos tipos de cáncer. De hecho, y según muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook en Toronto (Canadá), la práctica de ejercicio físico es la medida más importante que pueden adoptar las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama para sobrevivir a la enfermedad. Es más; una vez superado un tumor en la mama, la actividad física es la intervención que reduce en mayor medida el riesgo de que el cáncer vuelva a reaparecer, según ABC.
Como explica Ellen Warner, directora de esta investigación publicada en la revista ?Canadian Medical Association Journal?, ?de todos los factores de estilo de vida, la actividad física tiene el efecto más contundente sobre el pronóstico de cáncer de mama. No en vano, una ganancia de más de un 10% del peso corporal tras el diagnóstico de cáncer de mama incrementa la mortalidad asociada tanto al tumor como a cualquier otra causa. Sin embargo, ya contamos con buenas razones para desalentar a las pacientes sobre la ganancia de peso, incluso moderada, dados los efectos negativos que tiene sobre su estado de ánimo y su imagen corporal?.
Para llevar a cabo la nueva revisión o ‘metanálisis’, los autores analizaron los resultados de 67 ensayos clínicos en los que se evaluó el impacto de distintos hábitos de vida –entre otros, la dieta, el ejercicio físico, el consumo de alcohol, la suplementación con vitaminas y el tabaquismo– sobre los riesgos de recurrencia y mortalidad asociados al cáncer de mama.
Los resultados mostraron que la ganancia de peso tras el diagnóstico del cáncer de mama o tras la erradicación del tumor con el tratamiento se asocia con un mayor riesgo de deceso. De hecho, las mujeres que presentaban sobrepeso u obesidad tras el diagnóstico tuvieron un peor pronóstico. Un aspecto a tener muy en cuenta dado que cerca de una cuarta parte de las participantes diagnosticadas en las fases iniciales de la enfermedad acabaron falleciendo como consecuencia de las metástasis tumorales.