Las parejas mayores luchan contra la infertilidad en la búsqueda del segundo hijo
Un ni?o con su hermano menor. [Foto de chinadaily.com.cn]
Beijing, 04/02/2017 (El Pueblo en Línea) -Después de la implementación de la política universal del segundo hijo a principios del a?o pasado, muchos padres chinos están considerando tener otro bebé. Sin embargo, varios se enfrentan a un desafío aún mayor que el tiempo y el dinero demandado por un bebé recién nacido, la infertilidad.
Casi el 90% de las mujeres chinas mayores de 45 a?os son infértiles y la edad media de su último embarazo es a los 40, según un informe de Diario del Pueblo. Por otro lado, muchos maridos chinos tampoco cuentan con esperma de calidad.
Los datos muestran que 90 millones de mujeres en edad fértil se han visto afectadas por el cambio de política. Sin embargo, el 60% de ellas tienen 35 a?os o más, mientras que el 50% tiene más de 40 a?os.
Geng Linlin, subdirector del centro de medicina clínica de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, dice que la infertilidad se está convirtiendo en el mayor desafío para las parejas que disponen la capacidad económica y el deseo de tener más de un hijo.
Geng opina que la fertilidad humana se deteriora con la edad. Además, la contaminación ambiental, la exposición a la radiación electromagnética y los productos químicos da?an aún más la capacidad de las mujeres para concebir y reproducirse.
En los últimos a?os, China ha sido testigo de un número creciente de mujeres embarazadas de edad más avanzada. La proporción de mujeres embarazadas mayores de 35 a?os fue del 0,9% en 1995, del 4% en 2005 y del 10% en 2015.
Las madres con una cicatriz uterina por una cesárea anterior se enfrentan a riesgos durante el segundo parto. A medida que el feto crece durante el embarazo tardío, a veces puede producirse una ruptura uterina que podría poner en peligro la vida de ambos, advierte Geng Linlin.
Lu Qun, médico jefe y profesor del centro reproductivo del Hospital Popular de la Universidad de Pekín, dice que la edad juega un papel importante en la maternidad porque determina la cantidad, así como la calidad de los ovarios. No sólo la edad avanzada reduce las posibilidades de fertilidad, sino que también aumenta significativamente la posibilidad de deformidades congénitas y aborto involuntario.
La disminución de la fertilidad se ha convertido en un problema grave en todo el mundo. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra que entre el 15 y el 20 por ciento de las parejas en todo el mundo sufren de infertilidad, y que el número en China es de unos 15 millones, dice Wang Lina, doctora del tercer hospital de la Universidad de Pekín.
Además, el 15% de las mujeres embarazadas chinas sufren un aborto involuntario. Un tercio de las que han tenido un aborto involuntario lo sufren de nuevo. Por otro lado, de las mujeres que dan a luz, el 5,6% de los recién nacidos tienen un defecto de nacimiento, el doble de la tasa de los países desarrollados. Las madres mayores de 35 a?os tienen tasas de defectos de nacimiento de 8 a 15 por ciento en sus recién nacidos.
Otra preocupación para los padres mayores es la mala calidad del esperma. Estudios previos sugieren que el número y la calidad de los espermatozoides de los hombres chinos han disminuido considerablemente, principalmente como resultado de la presión de la vida moderna.
Una mayor tasa de infertilidad y un proceso simplificado de aprobación gubernamental hacen que un número creciente de parejas mayores utilicen el tratamiento reproductivo asistido. El a?o pasado, una mujer de 64 a?os de edad en la provincia de Jilin dio a luz a un ni?o sano tras someterse a un tratamiento de fecundación in vitro.
Otra forma atractiva para las parejas mayores es buscar la subrogación, que es ilegal en China, aunque los expertos sugieren que la ley debe adaptarse para dar a las parejas más oportunidades.
Wang Lina cree que no legalizar los servicios de maternidad subrogada, especialmente para las pacientes que ya no tienen útero debido a una enfermedad, las priva de su derecho a ser madres. El gobierno debería considerar flexibilizar la prohibición de la subrogación y permitirla siempre y cuando no se comercialice con la práctica.
"Aunque muchas parejas pueden haber perdido su capacidad reproductiva, sus espermatozoides y ovarios todavía pueden ser viables. Estas parejas deben recibir apoyo emocional para tener otra descendencia. La ética en este caso no debe convertirse en una carga, sino en una herramienta para promover el desarrollo ordenado de los servicios de maternidad subrogada, "dice Wang Yifang, profesor del Instituto de Salud y Humanidades de la Universidad de Pekín.