BUENOS AIRES, 23 dic (Xinhua) -- La política mandará en 2017 en Argentina, consideró hoy el experto argentino Matías Carugati, para quien las elecciones legislativas de medio término a realizarse en octubre "tomarán el centro de la escena".
En una entrevista con Xinhua, el economista en jefe de la consultora Management & Fit (M&F) dijo que "si en 2016 la causalidad fue de la economía a la política, 2017 será al revés".
"En 2017 las elecciones legislativas tomarán el centro de la escena. La gobernabilidad requiere controlar el relato, la calle y el Congreso, tres aspectos en los que la coalición gobernante Cambiemos hoy depende de los medios, de los sindicatos y de la oposición", puntualizó Carugati.
Para el consultor, "en cierta medida estos tres actores se han mostrado colaborativos pero su apoyo no es gratis, firme ni permanente. Una buena elección es clave para reducir esa dependencia y poder encarar la segunda mitad de mandato con capacidad para sostener el rumbo".
El presidente Mauricio Macri asumió el cargo en diciembre de 2015 y las elecciones de medio término, en la que se elegirán postulantes para renovar por mitades la composición del Senado y de la Cámara de Diputados, son clave para comenzar a avizorar si el jefe de Estado podrá buscar una reelección en 2019, cuando concluye su turno de cuatro a?os.
Consultado sobre el rol que juega la economía en ese marco, el experto dijo que "a riesgo de simplificar, la sociedad vota con el bolsillo, lo cual implica dos desafíos principales".
"Primero, reactivar la economía. Está claro que el nivel de actividad se recuperará tras un 2016 negativo, pero hoy se necesita que el crecimiento cumpla con ciertas condiciones. Básicamente, tiene que venir aparejada de mayor empleo, pero no de cualquier tipo. No es lo mismo una recuperación apalancada en el agro que otra basada en la industria y la construcción", planteó el referente de M&F.
Estas actividades, dijo, "son más intensivas en mano de obra, fueron las más golpeadas por la recesión y se concentran en las grandes ciudades. Sobre todo en el Gran Buenos Aires, zona donde Cambiemos tuvo peor desempe?o relativo en las elecciones presidenciales de 2015 y que puede torcer el resultado de la provincia de Buenos Aires, principal escenario de la disputa electoral" por caudal de votantes.
"En pocas palabras, el gobierno precisa que la recuperación de la economía en 2017 sea más que un número (3,8% según nuestras proyecciones) y se sienta en la calle. Cualquier demora en este aspecto puede terminar costando muy caro", alertó.
El segundo desafío, remarcó el economista, "es lograr que la inflación siga bajando, lo que depende, a su vez, de varias cuestiones. Lo que ocurra con el tipo de cambio, las tarifas de los servicios públicos y el nivel de actividad afectará el rumbo de los precios. No obstante, la clave principal será la dinámica salarial, que hoy propaga la inercia e impide alinear las expectativas de inflación con la meta del Banco Central (BCRA) de 12 a 17 por ciento para 2017".
"En la medida que los sindicatos intenten recuperar el poder adquisitivo perdido en 2016, más difícil será para el gobierno alcanzar su meta. Yendo al extremo, para amortiguar el impacto de unas paritarias generosas, el BCRA debería forzar un mayor atraso cambiario al esperado si quiere alcanzar su objetivo de inflación", consideró.
Actualmente, la paridad cambiaria es de 15,86 pesos por dólar, contra 16,15 de la semana pasada; la baja obedece a un mayor ingreso de la divisa estadounidense por liquidaciones de exportadores y el denominado régimen de sinceramiento fiscal, por el cual particulares declaran e ingresan al sistema moneda que antes estaba sin registrar.
Un tercer desafío que estableció Carugati, "acaso más secundario en términos políticos pero relevante a nivel macro, consiste en avanzar con la reducción del déficit fiscal. El gobierno promete esforzarse para bajar el rojo primario de 4,8% del PBI a 4,2%, pero superar las restricciones políticas (minoría legislativa, sindicatos opositores y organizaciones sociales en movilización) le está costando caro".
"Cada nueva medida tomada para mejorar la situación política-social deteriora el balance fiscal. Por eso creemos que en 2017 el déficit primario sólo se reducirá a 4,4% del PBI, con importantes riesgos al alza. Por ahora la estrategia económica cierra con endeudamiento, pero queda expuesta a un cambio en los flujos de capitales, evento no descartado dada la situación internacional", advirtió el analista.
En la visión del entrevistado, "el mundo parece tomar un rumbo incierto aunque el destino de Argentina hoy depende más de sí mismo que de otros países. Así todo, los desafíos que enfrenta para 2017 son importantes".
"De las cuestiones mencionadas previamente, consideramos que el gobierno hoy tiene más posibilidades de tener éxito en la primera (crecimiento) que en las otras dos (inflación y déficit). Lo cual no sería, necesariamente, un mal resultado", remarcó.
En ese sentido, estimó que "si paritarias salariales más generosas y una política fiscal más expansiva a lo anticipado dan un empuje al crecimiento y ayudan en las elecciones legislativas, Mauricio Macri habrá consolidado capital político suficiente como para sostener su agenda de reformas".
"Tal como en el ajedrez, a veces es conveniente sacrificar alguna pieza (metas fiscales y de inflación) para obtener una ventaja estratégica (gobernabilidad). Pero no deja de ser una apuesta riesgosa", sostuvo.