BEIJING, 22 dic (Xinhua) -- La Reserva Federal elevó el tipo de interés de referencia en 25 puntos básicos hasta un rango de entre el 0,5 y el 0,75 por ciento el pasado 14 de diciembre, e indicó que se llevarán a cabo tres incrementos más el a?o que viene, lo que ha provocado preocupaciones de otras economías por la posibilidad de sufrir un efecto derrame.
Como la mayor economía del mundo y distribuidor de la principal divisa de reserva internacional, el dólar estadounidense, EEUU cuenta con una economía que representa casi una cuarta parte del Producto Interno Bruto mundial. Su divisa se utiliza en entre el 60 y el 80 por ciento de los pagos internacionales.
Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. Durante décadas EEUU ha disfrutado de prosperidad y estabilidad económicas debido a su estatus de "impresora global de billetes", utilizando su papel moneda a cambio de recursos reales, productos y servicios de otros países, transfiriendo riesgos financieros internos al resto del mundo, y obteniendo dinero gracias a la devaluación de su moneda.
Habiéndose beneficiado mucho del resto del mundo a través de la dominación del dólar, es justo que el Tío Sam asuma su responsabilidad global como proveedor de divisa de reserva internacional en lugar de proveedor de divisa soberana, y que tenga en cuenta el efecto dominó, y no solo sus intereses nacionales, a la hora de tomar decisiones monetarias.
El alza de la tasa de la Reserva Federal ampliará el margen de interés entre el dólar y otras monedas importantes, como el euro y el yen japonés, exacerbando las actividades de arbitraje de inversiones en los mercados financieros internacionales, e intensificando las luchas de cambio de divisas y comercio.
El aumento de la tasa de interés estimulará una salida sostenida de capital desde los mercados emergentes hacia EEUU debido a un dólar fuerte, empeorando la situación económica de los países que dependen principalmente de la financiación externa y no son suficientemente capaces de pagar su deuda.
Según Guo Shengxiang, decano de la Academia del APEC de Finanzas Creativas, un grupo de expertos de Australia, históricamente cada vez que el dólar estadounidense vuelve a EEUU, la economía mundial se resiente.
En la década de los 90 del siglo pasado, por ejemplo, la Reserva federal adoptó una política de ajuste monetario para acabar con las burbujas de su creciente industria de Internet. Como consecuencia, la entonces económicamente dinámica región del Sudeste Asiático sufrió una escasez de dólares estadounidenses, lo que desembocó en la crisis financiera asiática de 1997.
En último lugar, la salida de dólares estadounidenses de las economías emergentes causará la devaluación de sus divisas soberanas, resultando en una inflación en sus mercados domésticos.
Para estabilizar la tasa de cambio y evitar la inflación, los bancos centrales de esos países tendrán que elevar también las tasas de interés, provocando un aumento de los costos financieros y ralentizando el crecimiento económico.
A cambio, las turbulencias financieras y económicas de los países en desarrollo volverán a EEUU a través de canales comerciales y financieros, poniendo en peligro la recuperación económica y la estabilidad financiera del país norteamericano.
En este sentido, es de interés común que el Tío Sam mejore la comunicación y la coordinación con otras economías en cuanto a políticas financieras, y gestione de manera prudente el ritmo de los aumentos de la tasa.
Con anterioridad este mismo a?o, la cumbre del G20 de Hangzhou también urgió a las principales economías mundiales a eliminar las incertidumbres de sus políticas macroeconómicas, y a incrementar la transparencia, para minimizar el negativo efecto derrame.