XINING, 17 oct (Xinhua) -- Karma Namgyal empezó a dedicarse a elaborar artículos de platería hace un a?o pensando que así podría dejar de ser una carga para su familia.
Con esa idea se inscribió en un curso gratuito de la prefectura autónoma tibetana de Yushu, en la provincia de Qinghai, noroeste de China.
El programa, de tres a?os de duración, forma parte de un proyecto local de reducción de la pobreza que invitó a participar a maestros procedentes de toda la Meseta de Qinghai-Tibet para que ense?asen sus habilidades a 60 estudiantes de procedencia humilde.
Tras un a?o de formación, Namgyal, de 21 a?os, tiene ahora muchas esperanzas puestas en su nueva habilidad. "Si todo marcha bien, quizás abra mi propia tienda o me haga profesor," dijo y agregó "Mis dos hermanos irán al colegio, y mis padres no necesitarán trabajar tanto".
El centro de formación donde estudia Namgyal dispone ahora de 10 profesores. Reciben un sueldo anual de más de un millón de yuanes (aproximadamente 150.000 dólares) que aporta el gobierno local. La familia de cada estudiante recibe una subvención anual de más o menos 3.000 dólares durante el curso, según Nyima Tashi, jefe del distrito de Qumarleb, donde se sitúa la escuela.
Esta es una nueva manera de luchar contra la pobreza, ofreciendo el material y la ense?anza de oficios, en lugar del dinero, como dice el refrán chino: "Dale a un hombre un pescado y se alimentará un día. Ensé?ale a pescar y se alimentará toda la vida".
Cerca de la escuela se sitúa una peluquería, que abrió hace poco tiempo pero ya ha conseguido una reputación favorable entre la población local, ya que todos sus servicios son gratuitos.
En este proyecto, similar al curso de platería, 80 jóvenes de familias que viven bajo el umbral de la pobreza pueden aprender para convertirse en peluqueros. Los clientes reciben servicios gratuitos y los aprendices consiguen experiencia práctica.
"Los estudiantes de aquí tienen más prácticas que los de mi pueblo natal," dijo Liu Bin, un profesor de la provincia de Sichuan. "También hemos recomendado a 15 estudiantes sobresalientes para que reciban formación adicional en zonas más desarrolladas".
Además de la platería y la peluquería, hay cursos de formación en Yushu sobre conducción y reparación de vehículos, cocina y el baile, todos adaptados a las necesidades locales y con plazas para 875 aprendices.
La prefectura tiene 30.571 habitantes, el 35,3 por ciento de toda su población, que viven bajo el umbral de la pobreza, lo que significa que tienen ingresos anuales netos de menos de 446 dólares.
China planea sacar a toda su población pobre de esta situación para el a?o 2020, a través de medidas de la creación de empleo y la reubicación de los pobres, que se cifran en 55,75 millones.