Los estadounidenses están más preocupados que emocionados por el potencial uso de las tecnologías "de mejora humana" que en el futuro podrán agudizar la mente de las personas y hacer más fuerte y más sano su cuerpo, mostró hoy una nueva encuesta.
El Centro de Investigación Pew aplicó una encuesta a más de 4.700 adultos sobre tres tecnologías emergentes: edición genética que podría dar a los bebés una vida con menos riesgos a enfermarse; la implantación de chips cerebrales que potencialmente podrían dar a las personas una mejor capacidad de concentración y procesamiento de la información; y transfusiones de sangre sintética que podrían dar a las personas más velocidad, más fortaleza y más resistencia.
El Centro Pew encontró que una mayoría de estadounidenses están "muy" o "en cierta medida" preocupados por la edición genética (68 por ciento); los chips cerebrales (69 por ciento); y la sangre sintética (63 por ciento), mientras que menos de la mitad dijo que lo entusiasman estos desarrollos.
"Los desarrollos en las tecnologías biomédicas se están acelerando rápidamente, lo que plantea nuevos debates sociales sobre la forma en la que utilizaremos estas tecnologías y sobre cuáles usos son adecuados", indicó la autora principal Cary Funk, directora asociada de Investigación del Centro Pew.
"Este estudio indica que los estadounidenses son muy cautos en cuanto al uso de tecnologías emergentes en formas que impulsen las capacidad humanas más allá de lo antes posible".
La encuesta también mostró que más estadounidenses dijeron que no desean mejoras en el cerebro o la sangre, 66 y 63 por ciento, respectivamente, que los que las desean, 32 y 35 por ciento.
Los adultos de Estados Unidos están estrechamente divididos sobre la edición genética para reducir el riesgo de que sus hijos padezcan enfermedades serias. Cerca de la mitad dijo que no desea probablemente o en definitiva esto para su propio hijo y el 48 por ciento dijo que lo desea.
En conjunto, la encuesta indicó que los estadounidenses que son más religiosos son menos propensos a aprobar estas mejoras potenciales y que las personas con un alto compromiso religioso son las que menos desean estas mejoras potenciales para ellas o para sus hijos.
Actualmente, ninguna de las técnicas estudiadas en esta encuesta está disponible para fines de mejora, pero muchos estadounidenses prevén un futuro en el que sean algo común, según la encuesta.
Por ejemplo, el 81 por ciento de los adultos de Estados Unidos espera que los órganos artificiales sean algo común para realizar trasplantes en el a?o 2066. El 66 por ciento respondió que los científicos curarán o probablemente curarán la mayoría de las formas de cáncer en un lapso de 50 a?os.
Además, el 54 por ciento de los adultos considera que la idea de un chip informático implantado será algo rutinario en el futuro.
El 48 por ciento respondió que los humanos definitiva o probablemente utilizarán sensores implantados para revisar o ajustar todos los alimentos y medicamentos que entren al torrente sanguíneo para el a?o 2066.
Un porcentaje similar de adultos, el 47 por ciento, pronostica un futuro sin defectos de nacimiento por la modificación genética de los embriones antes del parto, mostró el estudio.