RIO DE JANEIRO, 24 jul (Xinhua) -- La Villa Olímpica de Río de Janeiro quedó inaugurada el domingo con la llegada de los primeros deportistas, aunque con polémica debido a las críticas lanzadas por algunas delegaciones.
Las primeras horas estuvieron marcadas por las críticas que hicieron algunas delegaciones, como fue el caso de la australiana, la sueca, la italiana, la estadounidense y la holandesa, que se quejaron del mal estado de algunos apartamentos.
La delegación australiana optó por no quedarse por el momento en la Villa Olímpica y sus deportistas se trasladaron a hoteles cercanos de la ciudad, tras detectar problemas de electricidad, agua y gas en las instalaciones, según relató la jefa de la misión de la delegación, Kitty Chiller.
Lo mismo ocurrió con el equipo femenino de fútbol de Suecia, mientars que Estados Unidos, Holanda e Italia decidieron contratar operarios para arreglar los errores detectados.
Tras el incidente, el Comité Olímpico de Río de Janeiro contrató a 500 funcionarios para solventar a contrarreloj los problemas identificados hasta el momento.
Cuestionado sobre la decisión de Australia, el presidente del Comité Organizador de Río 2016 y del Comité Olímpico Brasile?o (COB), Carlos Arthur Nuzman, reconoció que "es difícil instalarse mientras los ajustes no hayan sido hecho".
"Cada Villa Olímpica, dada su magnitud, necesita algunos ajustes hasta que quede perfecta. La cosa importante es que todo se resolverá antes de los Juegos, sin molestar a los atletas", agregó Nuzman.
La exjugadora de la selección brasile?a de balonmano, nombrada alcaldesa de la Villa, Janeth Arcain, también comentó la situación.
"Yo soy la portavoz entre los deportistas y Río 2016, y garantizo que tenemos la estructura necesaria para asegurar que todo esté perfecto antes del comienzo de los Juegos", aseveró.
Un total de 207 delegaciones, incluida la que está compuesta por primera vez por deportistas refugiados, se hospedarán en la Villa, un moderno complejo de 31 edificios con 3.604 apartamentos y amplias áreas verdes, ubicado en el barrio de Barra da Tijuca, en el oeste de Río, a 1,5 kilómetros del Parque Olímpico, donde se realizarán la mayor parte de las pruebas.
El complejo cuenta con áreas de entretenimiento, un enorme gimnasio y un comedor gigantesco de 27.000 metros cuadrados con capacidad para albergar a 5.000 personas al mismo tiempo y servir hasta 60.000 comidas diarias.