El presidente cubano Raúl Castro descartó este viernes que la isla vuelva a sufrir una crisis como la de los a?os 90, aunque admitió afectaciones económicas a corto plazo.
Al clausurar en La Habana una sesión de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), Castro descartó que la actual situación pudiese significar el retorno al "Periodo Especial", término con el que se conoce la crisis de la década de 1990 que sufrió la isla tras la desintegración de la Unión Soviética.
"No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas", dijo el mandatario en un breve discurso.
La economía cubana tuvo una dura desaceleración en el primer semestre de este a?o, cuando apenas creció en un 1 por ciento, la mitad de lo planificado, en comparación con el 4,7 por ciento del mismo período de 2015.
El gobernante atribuyó el insuficiente crecimiento de la economía cubana a la agudización de restricciones financieras externas, motivadas por el incumplimiento de los ingresos por exportaciones.
También se?aló las limitaciones que afrontan algunos de los principales socios comerciales de la isla debido a la caída de los precios del petróleo, como responsables del limitado crecimiento.
Castro a?adió que a ello se suma la disminución en los suministros de combustible pactados con Venezuela, "pese a la firme voluntad por cumplirlos del gobierno de Nicolás Maduro".
El presidente cubano pidió reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles, fomentar una cultura del ahorro y de aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles, concentrar las inversiones en las actividades que generan ingresos por exportaciones, sustituyen importaciones y respaldan el fortalecimiento de las infraestructuras.
"Se trata en síntesis de no detener, en lo más mínimo, los programas que garantizan el desarrollo de la nación", explicó.
Desde inicios de julio, las empresas estatales cubanas recibieron órdenes ejecutivas de reducir en un 50 por ciento sus gastos de combustible y electricidad, lo que desató rumores del regreso a la crisis de los a?os 90, cuando ocurrían en toda la isla prolongados apagones y casi se paralizaron el transporte y la industria.
Castro afirmó que esas medidas de austeridad están "dirigidas a enfrentar la situación y garantizar las actividades principales que aseguran la vitalidad de la economía, minimizando las afectaciones a la población".
Poco antes, el vicepresidente y ministro de Economía, Marino Murillo, afirmó que en el segundo semestre de este a?o se aplicarán medidas de restricción en el consumo energético, cuyo suministro se verá afectado en un 25 por ciento.
No obstante, Murillo aclaró que esas restricciones se concentrarán en las empresas estatales y la administración pública y no afectarán al sector residencial, que consume el 60 por ciento del gasto de la electricidad que produce la isla.
Cuba recibe de Venezuela cada día unos 90.000 barriles de petróleo, la mitad de las necesidades de la isla, a precios ventajosos y con facilidades de pago y a cambio ofrece la prestación de servicios médicos cubanos.
"Proseguiremos prestando a Venezuela, al máximo de nuestras posibilidades, la colaboración acordada para contribuir a sostener los logros alcanzados en los servicios sociales que benefician a su población", aseguró el presidente cubano.
El discurso de Castro cerró una semana de trabajo parlamentario, en la que los poco más de 500 diputados abalizaron en comisiones varios temas como la marcha del turismo, la informatización del país y la caída de los ingresos por el descenso de los precios en materias primas.