Cuando el tribunal de arbitraje sobre el Mar Meridional de China sentenció que tiene jurisdicción sobre la demanda de Filipinas contra China, violó gravemente la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, por sus siglas en inglés), aseveró un experto en derecho marítimo.
China elaboró en 2006 una declaración escrita, en la que excluye y rechaza aceptar "cualquier jurisdicción obligatoria sobre cualquier disputa en relación a la interpretación o puesta en práctica de la Convención" que afecte a "la delimitación de las fronteras marítimas, la soberanía territorial, la confrontanción militar y/o a los derechos históricos", afirmó el decano del Instituto del Mar Meridional de China de la Universidad Xiamen de China, el profesor Fu Kuen-chen.
De acuerdo con el artículo 298 de la UNCLOS, una declaración escrita de este tipo da derecho a China a resultar eximido de la actual situación obligatoria, expuso Fu el pasado viernes durante un encuentro con periodistas internacionales en La Haya.
"Sin embargo, Filipinas inició unilateralmente una demanda de arbitraje cerrado contra China en enero de 2013. Y lamentablemente, el tribunal fue incapaz de perforar el velo de la falseada causa del proceso de la demanda de Filipinas", comentó el profesor, licenciado por la Universidad Nacional de Taiwán y la Escuela de Derecho de la Universidad de Virginia.
En este caso, Filipinas planteó alegatos sobre derechos de formaciones marítimas sobre las que no tiene soberanía y afirmó que estos alegatos no estaban relacionados con la soberanía y o la delimitación, por lo que no están excluidos de la resolución obligatoria.
Filipinas, con el apoyo de Estados Unidos, está intentando poner en duda cuestiones de soberanía a través de trucos para decir que sus reclamaciones no están vinculadas a cuestiones de soberanía, si no solo a la interpretación de la convención, explicó el profesor.
"Todos sabemos que 'la tierra domina el mar' es el principio básico de la convención. Dado que la cuestión de la soberanía no está resuelta, ?cómo podrías decidir sobre asuntos como las reclamaciones del mar territorial, la Zona Económica Exclusiva o la plataforma continental?", argumentó Fu.
Tras citar el término creado por los filipinos de los "derechos marítimos", que se refiere al mar territorial, la Zona Económica Exclusiva o la plataforma continental que una isla o roca pueden o no reivindicar, el experto en derecho enfatizó que la causa del proceso está falseada, y los árbitros deben tener la obligación de "perforar el velo".
Lamentablemente, el tribunal respaldó la argumentación de Filipinas y se prevé que emita en los próximos meses su fallo sobre el fondo de la reclamación de Filipinas, aunque China ha anunciado su desacuerdo y rechazo a este fallo.
"Muchos precedentes de resoluciones de disputas similares indican claramente que una interpretación de este tipo se hace siempre cuando se pone ante el tribunal un caso real de delimitación de la línea de la frontera marítima. El tribunal arbitral debería seguirlos", esgrimió Fu.
Para este académico, que ha estudiando durante décadas los asuntos del Mar Meridional de China, el erróneo ejercicio de la jurisdicción por parte del tribunal constituye una grave violación de la UNCLOS y supondrá un impacto negativo en el ordenamiento jurídico del mar que los negociadores de la Convención buscaban defender.
"Más de 180 países debatieron durante nueve a?os para alcanzar esta Convención. ?Por qué nosotros, los pueblos del mundo, decidimos abrir una puerta trasera para que todos los Estados miembros firmantes escapen de los procedimientos de adjudicación obligatorios iniciados por alguna parte tercera? Porque a partir de la experiencia es sabido que cualquier disputa que involucre o relacione la delimitación fronteriza marítima, la soberanía territorial, el conflicto militar o los derechos históricos, es difícil que sea resuelta obligatoriamente", indicó Fu, refiriéndose a las declaraciones de exención.
En realidad, el respeto a la opción de las partes firmantes a las maneras apropiadas para resolver las disputas según su propia voluntad se evidencia en los artículos de la Convención.
"Unos 30 países han hecho la misma declaración escrita, como China ha hecho, para excluir la jurisdicción obligatoria. Ahora una cámara de arbitraje ad hoc organizada por cinco abogados determinados quiere cambiar el texto y la efectividad de la Convención, que fue alcanzada por unos 180 países. ?No es inapropiado?", cuestionó el profesor.
"Los tribunales pueden tomar decisiones equivocadas. La historia nos dice que algunas de las opiniones disidentes resultaron ser la 'ley correcta' posteriormente y contribuyeron al progreso de la ley", indicó.
"Con su oposición, crítica y corrección de lo equivocado en el caso del arbitraje sobre el Mar Meridional de China, China está contribuyendo, en verdad, al progreso de la ley internacional", finalizó.