El procurador general del Estado, Héctor Arce Zaconeta, identificó hoy cuatro problemas en la administración de justicia que deben resolverse como la falta de independencia, de transparencia, de celeridad y de acceso.
"El primer gran problema es lograr un sistema de elección que realmente valore la meritocracia, valore la capacidad, la idoneidad, los méritos que pueda tener una persona para ejercer un cargo judicial, ya que el Derecho es una ciencia y tiene que ser tratado en esa altura y esa dimensión", manifestó Arce Zaconeta en entrevista con los medios estatales en La Paz.
En ese marco, recordó que el objetivo de la elección de autoridades judiciales a través del voto del soberano fue para dar independencia a las autoridades de justicia, para que no le deban su cargo a un poder político ni a nadie, y de esta manera puedan actuar libremente.
"Lamentablemente en el tiempo que estas autoridades están en el cargo no ha cumplido el objetivo que tiene la Constitución Política, puesto que de las presiones políticas y hasta el cuoteo del pasado, ahora se tiene un cuoteo social para nombrar jueces", aseveró.
También mencionó que un magistrado, por llamar la atención, dijo que leía sus fallos en la hoja de coca, "cuando una autoridad de este cargo tiene que estar formada profesionalmente en el Derecho, seguro de lo que hace, puesto que en sus manos puede estar la vida de una persona".
El segundo problema que identificó el procurador es la corrupción, a la que consideró como un cáncer que debe "ser extirpado y para ello se necesita de una institución que lo controle".
Un tercer problema es la retardación de justicia. Al respecto indicó que para superar este problema debe haber un cambio de actitud, pues los procesos demoran hasta 20 a?os y la justicia que tarda no es justicia.
El cuarto problema es el acceso a la justicia, que está marcada por los ritualismos y formalismos, ante ello se necesita una justicia de seres humanos y no tanto de abogados, de fácil acceso,
Arce Zaconeta dijo que si para mejorar la justicia se debe pensar en un referendo o una reforma constitucional, debe hacerse, porque no hay que encasillarse en situaciones malas, además que la Constitución Política del Estado plantea varios mecanismos de reforma.