Las fiestas que recrean una ceremonia de casamiento, con novios, familiares y amigos de ficción, son la nueva alternativa en Argentina para la diversión nocturna.
Mezcla de obra de teatro con guión y celebración, las denominadas "falsas bodas" son una creación de un grupo de amigos que deseaba asistir a este tipo de ceremonias, pero no podían hacerlo ya que ninguno de ellos planeaba casarse.
"La idea salió en una reunión entre amigos; ninguno de nosotros se casaba y teníamos ganas de ir a una fiesta de casamiento. Nos preguntamos por qué no hacerla nosotros, sin necesidad de un casamiento", explicó a Xinhua uno de los creadores de la iniciativa, Joaquín Alterman.
"Para salir, las fiestas de casamiento son las más divertidas. A nuestra idea le pusimos 'Falsa Boda', y al mes ya la llevamos adelante. Llevamos 15 falsas bodas y cada vez con más gente que asiste", resaltó.
Esta agencia asistió a una de las falsas bodas, realizada este fin de semana en el barrio de Palermo, en un salón ubicado en la avenida Figueroa Alcorta al 5500.
Allí ingresaron grupos de amigos, de amigas, compa?eros de trabajo, previo pago de una entrada por Internet.
Vestidos de gala, asistieron a un casamiento de un actor y una actriz.
Ana Sabone, bailarina y la novia de la noche, expresó a Xinhua que la actuación supone un "desafío por el hecho de que es más una comedia. Se busca que divierta mucho y me hace salir más del rol del trabajo más estructurado, de bailarina o de actriz de publicidades".
"Esto lleva más a divertirse y a romper más con los esquemas. Tenemos un guión y una estructura peque?a, pero se apunta más a jugar y a lo improvisado, y de allí el desafío", resaltó la actriz, quien desarrollaba el papel por primera vez.
"Jugar y divertirnos es lo que se espera que pase con el público", resumió.
Las fiestas, de carácter itinerante, han pasado por varias ciudades de la Argentina antes de continuar con su recorrido en Córdoba (7 de mayo), Paraná (14 de mayo) y Rosario (25 de junio).
Los asistentes, vestidos de gala, pueden bailar y celebrar con amigos o allegados y asistir, de hecho a una obra de teatro, ya que durante la noche se simula una boda con el tradicional vestido blanco de iglesia y se observa a un juez-actor que casa al matrimonio de ficción.
A ello sigue el tradicional baile, el cotillón, la fiesta con comidas en varios pasos, barras libres para tragos y espectáculos, como bandas de música o karaoke.
Según los organizadores, este a?o se apunta no sólo a incrementar el caudal de asistentes, sino también a internacionalizar la iniciativa.
"La gente se casa cada vez menos, pero a la vez le gusta vestirse bien, de gala, ir a la peluquería, comprarse vestidos, y es una buena oportunidad, un plan distinto a lo que se vive siempre, no es ir a un bar, ni a un boliche (lugar de baile)", resaltó Joaquín.
Es, dijo, "una opción diferente, una mezcla entre una obra de teatro y una fiesta, por lo cual quien asiste vive una experiencia diferente".
El proyecto "fue creciendo. La primera fiesta fue muy improvisada, amateur, y a medida que pasó el tiempo nos fuimos profesionalizando", a?adió.
Por ejemplo, ahora se cuenta con "una coach de baile y un director artístico para los actores. Nos hemos profesionalizado muchísimo en la parte artística", resaltó.
Consultado sobre los asistentes, Alterman puntualizó que se trata de "público de 25 a 40 a?os, gente de clase media - alta, porque hay que pagar una entrada, un cubierto, como en un casamiento".
"Realizamos 15 falsas bodas en Argentina, una en Moscú, una en Uruguay y pasaron más de 7.500 personas, y este a?o apuntamos a las 15.000 personas", mencionó.