La economía de Estados Unidos se desaceleró agudamente en el cuarto trimestre de 2015 debido a que los consumidores cerraron sus carteras a pesar de los muy bajos precios de la gasolina.
El producto interno bruto (PIB) registró un incremento anual de 0,7 por ciento durante octubre-diciembre, según los cálculos preliminares dados a conocer hoy por el Departamento de Comercio.
El gasto del consumidor, el cual representa cerca del 70 por ciento de la economía de Estados Unidos, fue de 2,2 por ciento, un fuerte freno en comparación con el crecimiento de tres por ciento del tercer trimestre.
Las exportaciones disminuyeron 2,5 por ciento, en comparación con un crecimiento de 0,7 por ciento en el tercer trimestre. La inversión fija aumentó un escaso 0,2 por ciento, frente a un incremento de 3,7 por ciento en el trimestre anterior.
El PIB real se incrementó 2,4 por ciento en 2015, la misma tasa que en 2014.
Los analistas dijeron que el gasto del consumidor fue particularmente débil en el cuarto trimestre debido a que el clima invernal moderado contuvo a los consumidores en cuanto al despilfarro.
Jason Furman, presidente del Consejo de Asesores Económicos, indicó en una declaración que las dificultades por el cada vez más lento crecimiento de otros países repercutió en las exportaciones de Estados Unidos y seguirá haciéndolo.
La Reserva Federal indicó el miércoles que mantendrá el rango objetivo de la tasa sobre fondos federales en entre 0,25 por ciento y 0,5 por ciento y prometió mantener la política monetaria acomodaticia para apoyar el crecimiento económico.
Las condiciones del mercado laboral mejoraron aún más a pesar de que el crecimiento económico se desaceleró a fines del a?o pasado y el gasto de las familias y la inversión fija de los negocios ha estado incrementándose a tasas moderadas en los últimos meses, dijo la Fed después de su reunión de dos días sobre política monetaria.
La Fed decidió elevar la tasa de interés de referencia en 25 puntos base en diciembre del a?o pasado, el primer incremento de la tasa de interés desde 2006, con lo que puso fin a una etapa de política de extraordinaria flexibilización monetaria.
Los analistas redujeron sus pronósticos sobre el número de alzas de la tasa de interés en 2016 de cuatro a una, considerando el panorama económico menos optimista en medio de un dólar más fuerte y de un gasto del consumidor que se mantiene débil.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, reiteró que los futuros incrementos de la tasa de interés dependerán de los datos y que el banco central no seguirá ninguna fórmula mecánica en relación con las alzas en las tasas.