Por José Aguiar
CARACAS, 23 ene (Xinhua) -- El ajuste a los precios de la gasolina en Venezuela no debe tener consecuencias inflacionarias en el costo de los bienes y servicios, afirmaron especialistas.
Expertos en materia petrolera aseguran que de concretarse el ajuste de los precios del combustible "no debe existir" un encarecimiento de los bienes y servicios, al considerar que esos sectores no están vinculados íntimamente con la producción del carburante.
El pueblo venezolano se encuentra expectante ante la posibilidad del aumento del precio de la gasolina que, desde hace 17 a?os se ha mantenido por debajo del costo de inversión para su producción, lo cual genera una pérdida al Estado de 12.592 millones de dólares anuales.
El gobierno venezolano analiza un ajuste al precio de la gasolina, lo cual a opinión de algunos ciudadanos puede resultar negativo, mientras que para otros será la mejor decisión que se aplique en materia económica, con el fin de evitar la pérdida millonaria sufrida hasta ahora.
En entrevista a Xinhua, el especialista en asuntos petroleros, Luis Matos, aseguró que "la manufactura normalmente no usa gasolina directamente, salvo, por supuesto, en el traslado de sus empleados, servicios e insumos", cosa que a su juicio resulta "minoritario" para justificar incremento alguno.
"Durante a?os se ha mantenido en Venezuela la creencia de que si aumenta la gasolina, aumenta todo. Eso, a mi criterio, y en base a lo que hemos vivido en el país es una verdadera falacia", expresó Matos al resaltar que quienes difunden esa visión son quienes más se benefician de los bajos costos.
Con un precio del combustible de 91 y 95 octanos en 0,070 bolívares (0,011 dólares, según el cambio oficial) y 0,097 bolívares (0,015 dólares) por litro, respectivamente, Venezuela es el país con la gasolina más barata del mundo.
Por su parte, el economista Víctor Alvarez afirmó a Xinhua que el ajuste de su precio no tendrá un impacto negativo en los niveles de inflación.
A?adió que el hecho de que la gasolina "cueste prácticamente nada", genera un consumo desmesurado y un "derroche" que ha motivado a que las ciudades venezolanas sean las que más gases de efecto invernadero generan en América Latina.
Otro de los aspectos negativos de un precio tan bajo, es que "representa un costo de oportunidad de más de 12.000 millones de dólares" que Petróleos de Venezuela (PDVSA) no recibe, lo cual deteriora "sus precarias finanzas".
Las cifras expuestas en 2014 por el entonces ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, mostraron que cada litro de producción de gasolina le cuesta a PDVSA 2,70 bolívares (0,42 dólares).
"Ese costo de refinación con la inflación acumulada del último a?o, debe estar ya en torno a los 7 bolívares (1,11 dólares); si a eso se le agregan los costos de transporte en camiones cisternas, llegaría como a 8 bolívares (1,26 dólares) por litro", puntualizó Alvarez.
El economista calculó que si a esa cantidad se le aplica lo que plantea la Ley Orgánica de Precios Justos, con respecto al margen de ganancia de hasta 30 por ciento, el nuevo precio no debe ser menor de 10 bolívares (1,58 dólares) por litro.
Esa es una de las razones por las que el presidente Nicolás Maduro aseguró el pasado 15 de enero que "llegó la hora de aumentar el costo de la gasolina y Venezuela tiene que entrar en el sistema del cobro de sus hidrocarburos".
La primera vez que el mandatario venezolano asomó la necesidad de "sincerar los precios" fue en 2014, cuando destacó la importancia de impulsar un plan que conlleve al incremento progresivo en tres a?os.
"Yo llamo a un debate y a una medida justa, aunque hoy por hoy la mayoría de los venezolanos están de acuerdo", indicó Maduro al agregar que lo recaudado por el nuevo precio de la gasolina será destinado a las inversiones sociales.
El mismo argumento expuso Víctor Alvarez, quien aseguró que las ganancias que se generen con el nuevo costo del combustible, pueden ser dirigidas a la modernización y ampliación del sistema de transporte público en todo el territorio nacional.
Indicó que, así, se convierte "una supuesta medida antipopular, en una medida que más bien va a favorecer a los sectores de menos ingresos y mejorar la calidad de transporte público que ellos usan".
Aunque muchos consideran que los bajos costos benefician a los más pobres, la realidad demuestra que, por el contrario, resulta rentable para quienes gozan de ingresos económicos mayores, debido a que son los que concentran el mayor porcentaje de vehículos del parque automotor.
"Quienes más se han beneficiado son los transportistas y luego quienes poseemos vehículos, a quienes nos subsidian esa mayoría de venezolanos que no tiene vehículo y que son precisamente los más pobres", admitió el especialista Luis Matos.
Otras de las desventajas que generó la venta de gasolina subsidiada por el gobierno venezolano, es que se estimuló el contrabando de extracción hacia Colombia, a donde iban a parar 100.000 barriles diarios de combustible.
"Ese costo tan bajo de la gasolina en referencia con los otros países, es la causa principal de contrabando de extracción de más de 100.000 barriles diarios que se van hacia Colombia, Brasil y hacia países de las islas del Caribe", apuntó el economista Víctor Alvarez.
Desde que el presidente Nicolás Maduro decidió cerrar la frontera con Colombia en agosto de 2015, Venezuela ha economizado 227 millones de litros de gasolina, al impedir el acaparamiento de este combustible por parte de contrabandistas, informó en días pasados el gobernador del estado de Táchira (oeste), José Vielma Mora.
Alvarez reiteró que el ajuste al precio del combustible puede generar ingresos por unos 12.000 millones de dólares anuales, disminuir el contrabando de extracción y motivar la racionalización del consumo para evitar la emisión de gases de efecto invernadero.
De hecho, países de América Latina realizan constantes ajustes de la gasolina, como es el caso de Colombia, donde el 1 de enero de 2016 el gobierno decretó aumentar el galón de combustible a 2 dólares y 65 centavos.
Al respecto, el Ministerio de Minas y Energía de Colombia argumentó que la decisión responde al incremento de los costos del etanol, aunado a la devaluación monetaria que afecta a la nación neogranadina.
Desde ahora, para solucionar el problema del "exagerado" subsidio en Venezuela, el gobierno puede iniciar la aplicación de una serie de ajustes fraccionados, que consta del incremento en un primer a?o de un 50 por ciento del valor de la gasolina en Suramérica.
"El gobierno podría utilizar un criterio para estimar el precio de la gasolina y podría calcular (con base en) un promedio ponderado del precio del combustible en los países de Suramérica", especificó Alvarez.
Aseguró que las ganancias que se obtengan por motivo del primer aumento pueden ser invertidas en el sistema de transporte público, lo cual puede crear las condiciones para realizar un nuevo ajuste de 25 por ciento en un segundo a?o consecutivo.
"En lugar de vender al 50 por ciento del precio de Suramérica, se vendería al 75 por ciento (con el 25 por ciento). Ya en un tercer a?o, para erradicar definitivamente el contrabando de extracción, se vendería a un 90 por ciento del precio de la gasolina en Suramérica", detalló.
Hasta ahora el gobierno venezolano no ha dado este paso necesario, sin embargo los especialistas urgen a que inicie la transformación que permita "subsanar" el déficit económico que ha afectado a PDVSA por motivo de subsidio.
A su vez, niegan la posibilidad de que haya un "estallido social" por el aumento, al alegar que el ajuste no tendrá ningún impacto negativo en los demás sectores económicos, quedando claro que se trata de "un mito" impuesto por las élites para seguir beneficiándose de un subsidio que, a la larga, está afectando a los sectores con menos ingresos económicos.