WUHAN, China, 30 dic (Xinhua) -- En el centro financiero de China, Shanghai, las estufas de las cocinas ahora usan una nueva fuente de energía, gas de esquisto, una energía limpia que recorre más de 1.600 kilómetros hacia las casas de la ciudad a través de una serie de ductos.
China ha logrado avances recientes en la exploración de gas de esquisto (en inglés shale gas) tanto en capacidad como en técnicas de perforación, en momentos en que el país trata de ajustar su estructura energética para disminuir su dependencia en el carbón, al que se atribuye la grave contaminación del aire.
Sinopec, la mayor refinería de petróleo de China, anunció el martes que su proyecto de gas de esquisto Fuling en la municipalidad de Chongqing, suroeste de China, logró una capacidad de producción anual de 5.000 millones de metros cúbicos.
Esto convierte a China en uno de los mayores desarrolladores de gas de esquisto del mundo, sólo después de Estados Unidos.
La nueva energía es transferida a áreas orientales como Shanghai, y también alimenta a las partes media y sur de China a través de los ductos de Sinopec.
En las monta?as del distrito Fuling de Chongqing, 253 altos pozos de perforación trabajan día y noche en un área de más de 220 kilómetros cuadrados, y 174 pozos transfieren constantemente gas de esquisto a toda China. Fue hace apenas tres a?os que el gas de esquisto fue extraído por primera vez del yacimiento.
"Creo que el fuego que salía del primer pozo de exploración en 2012 no sólo iluminó las esperanzas de la comercialización del gas de esquisto, sino que realmente impulsó nuestra confianza en su futura exploración", dijo Yang Guosheng, gerente general de Sinopec Jianghan Oilfield Service Corp. (SJOSC), una subsidiaria de Sinopec encargada del desarrollo del yacimiento Fuling.
GAS DE ESQUISTO EN AUMENTO
Extraído por primera vez como recurso en Estados Unidos en 1921, la energía altamente eficiente ha sido aplicada en una variedad de sectores, incluida la calefacción, generación de electricidad, automóviles y producción de químicos. China tiene cerca de 26 billones de metros cuadrados de reservas de gas de esquisto, las mayores del mundo.
Mientras que el gas natural regular es extraído de rocas sedimentarias, el gas de esquisto, principalmente metano, proviene de formaciones de esquisto delicadas, lo que dificulta la extracción de la nueva fuente de energía con métodos tradicionales.
China empezó a extraer el recurso en 2011, cuando Sinopec construyó el primer yacimiento de gas de esquisto en la provincia central de Hubei, pero el proceso resultó una tarea difícil.
"Tradicionalmente, usamos yacimientos verticales para la extracción del gas, pero como el gas está almacenado en formaciones de esquisto, tenemos que usar yacimientos horizontales", dijo el experto en gas de esquisto, Zhang Liangwan.
Sinopec no pudo extraer gas de esquisto en su proyecto de Hubei, pero la compa?ía empezó a acumular experiencia a partir del proceso.
"El yacimiento que ayudó a extraer el primer gas de esquisto en Fuling se basó en tecnología estadounidense, pero para desarrollar la industria tendríamos que usar la nuestra y romper su monopolio", dijo el gerente general de SJOSC, Yang Guosheng.
Después de una serie de pruebas y errores, el equipo tomó gradualmente el control de la perforación y empezó a desarrollar sus propias técnicas usando una tecnología de posicionamiento geológico, conocida como LWD, lo cual realmente aceleró el proceso de perforación.
También desarrollaron equipo que fracturó las formaciones alrededor del yacimiento horizontal, lo que permitió que el gas fluyera de forma segura.
En sólo tres a?os, la firma ha asegurado 24 patentes de inventos nacionales, y cierta tecnología clave incluso ha sido exportada a América del Norte.
Pese a los avances, aún se pueden hacer mejorías en la industria. La producción total de gas de esquisto constituye menos de 1 por ciento de la producción china de gas natural, mientras que la cifra es de 35 por ciento en Estados Unidos.
Sinopec dijo el martes que la capacidad de producción mejorará y que existen planes para un yacimiento de gas de gran escala con una capacidad de producción anual de 10.000 millones para el 2017. Si se alcanza esa meta, podría contribuir a reducir el dióxido de carbono de China en 12 millones de toneladas anualmente, lo que equivale a que dejen de circular 8 millones de autos.