MADRID, 20 jul (Xinhua) -- La segunda generación de inmigrantes chinos instalados en Espa?a desempe?an, cada vez con más frecuencia, trabajos de mayor cualificación en este país, según un reportaje del diario local El País.
En un artículo titulado "De ni?os friegaplatos a grandes empresarios", se describen las experiencias de varias personas de padres chinos que nacieron en Espa?a, donde la población china ha crecido de 167 personas en 1961 a unas 191.000 en la actualidad.
Uno de los entrevistados es Dídac Lee, que nació en la ciudad catalana de Figueres en 1974.
"En el colegio me miraba todo el mundo. Hablaban en dos lenguas y yo no entendía ninguna. Me costó bastante adaptarme", dijo, antes de explicar cómo su amor por el equipo de fútbol del FC Barcelona le ayudó a integrarse en la sociedad catalana.
"Yo era el diferente en todo menos cuando jugaba o veíamos un partido del Barcelona", explicó. Como no era buen jugador, decidió convertirse en directivo de uno de los más famosos clubes de fútbol en el mundo, relató Lee.
Lo consiguió y ha pasado los últimos tres a?os a cargo de las nuevas tecnologías del Barcelona.
La experiencia de Lee refleja la de muchos otros. El antropólogo social Joaquín Beltrán, coordinador de Estudios de Asia Oriental en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), explicó que la segunda generación de chinos en Espa?a están "estudiando todo tipo de carreras y empieza a haber maestros, médicos, abogados, físicos, economistas...".
Eso se refleja en el incremento en el número de estudiantes chinos en universidades espa?olas, el cual ha crecido desde 202 en el a?o 2003 a 6.381 en la actualidad. De ellos 2.435 están estudiando doctorados y másteres.
Esta tendencia se incrementará, de acuerdo con Beltrán, dado que alrededor del 23 por ciento de los chinos que hay ahora en Espa?a tiene menos de 15 a?os. Cuanto más tiempo lleven aquí los padres, más dinero habrán acumulado y más posibilidades habrá de invertir en la educación de los hijos.
"La cultura china da mucha importancia a los estudios", destacó Beltrán.
El País también pone como ejemplo a Jiajia Wang, de 27 a?os. "Quería estudiar, abrirme más puertas y horizontes", dijo.
Sus estudios la llevaron a ganar del premio UPF Empren dotado con 20.000 euros para financiar una editorial de material didáctico para ense?ar chino a ni?as adoptadas por padres espa?oles.