Un hombre vive un a?o desnudo |
Fuente:agencias
EEUU.,01/07/2015(El Pueblo en Línea)-Mark Haskell Smith, escritor estadounidense, superó la vergüenza y pasó un a?o inmerso en el mundo del nudismo para experimentar en primera persona lo que escribiría en su próximo libro.
"Así como en los aeropuertos no se bromea con bombas, con nudistas no se hacen bromas sobre pechos. Y si tienes una erección, lo más probable es que te pidan que te vayas", afirma Haskell Smith.
Esas son solo dos de las muchas cosas que aprendió mientras visitaba lugares nudistas alrededor del mundo.
El escritor visitó varios centros turísticos nudistas en Europa.
Una vez pasada la valla de seguridad, que impide la entrada de transeúntes curiosos o paparazzi, se encuentra todo lo que se esperaría encontrar en cualquier otra ciudad.
"Excepto que todo el mundo está desnudo", dice Haskell Smith. "Incluso hay una lavandería, aunque no sé qué lavarán ", ironiza el escritor.
"Ir de compras o pasar por un croissant y un café en la ma?ana desnudo se me hacía tan raro que en realidad era una especie de diversión".
El escritor también se fue de senderismo por los Alpes austríacos por una semana, con 19 compa?eros nudistas.
"El aire es muy limpio y el ejercicio es muy duro porque estás subiendo en altitud, pero no transpiras, por lo que no se siente incómodo. La piel es un gran termostato para el cuerpo".
Pero cuando el viento se puso frío y la nieve comenzó a caer, el escritor no resistió ponerse algo de ropa.
A pesar de irse relajando poco a poco respecto de estar desnudo en público, Haskell Smith siempre tuvo nervios de último minuto a la hora de despojarse de su ropa y entrar en un entorno nudista.
"Estos temores están dentro de tu propia cabeza. A los nudistas realmente no les importa. La gente que en general uno ve desnuda son actores o modelos, en la televisión o en la publicidad, así que nos han lavado el cerebro para que pensemos que es así como hay que verse desnudo".
"Pero la gente desnuda en realidad se ve como cualquier otra persona. Creo que la idea de aceptar tu cuerpo y los cuerpos de otra gente como son es realmente saludable. Nuestra sociedad necesita todo tipo de tolerancia y esa es una buena manera de empezar", concluye el escritor.