Pekín, 16/06/2015(El Pueblo en Línea)- En los últimos a?os, China ha ido logrado equilibrar su inversión exterior y la entrada de capital extranjero. Esto se ha convertido en una característica clave de la economía abierta contemporánea. China se concentra ahora, a mediano y larzo plazo, en formular cooperaciones ganar-ganar y en el perfeccionamiento del proceso de reforma y apertura. Con un mayor equilibrio en la inversión bidireccional, China podrá seguir compartiendo con el mundo los beneficios de las reformas nacionales.
En los primeros cuatro meses del 2015, el uso real del capital extranjero en China alcanzó los 273,6 miles de millones de yuanes, lo que representa un 11.1 por ciento mayor que el a?o anterior, mientras que los sectores no financieros de China han invertido 214,3 billones yuanes en el extranjero, aumentando en un 36.1 por ciento interanual.
"Esta es una característica clave de la economía abierta contemporánea: mantener una inversión extranjera calificada y una inversión constante de capital nacional en el exterior", observa Liu Yuanchun, director ejecutivo de la Academia Nacional de Desarrollo y Estrategia de la Universidad Renmin.
En 2010, China invirtió 68,8 miles de millones de dólares en el extranjero y utilizó dentro del país 105,7 de capital extranjero. La inversión china en el extranjero y el uso del capital foráneo en China han aumentado en los últimos cinco a?os, aunque la inversión de China en el extranjero ha crecido más rápidamente. En 2014, la inversión de China en el extranjero llegó a los 116 miles de millones de dólares mientras el capital extranjero alcanzó los 119,6.
Es la primera vez que las inversiones en el exterior y la entrada de capital extranjero logran un equilibrio eficiente.
Gracias a esta política de inversión bidireccional, China ha mejorado su posición en la división internacional del trabajo. Las exportaciones de productos chinos se desarrollan paralelamente a la inversión de capital en el exterior. Con la actualización de la tecnología industrial,una amplia gama de productos "Hecho en China" han entrado -a un nivel superior- en el escenario mundial.
El 21 de abril, China abrió en Tianjin, Guangdong y Fujian nuevas zonas de libre comercio. Ya suman cuatro, con la zona de Shanghai, siguiendo los nuevos derroteros de la reforma. El número de categorías cerradas a la inversión extranjera se ha reducido a 122, mientras que la transparencia en los procesos y la voluntad de apertura se han vigorizado.
La inversión extranjera ha ampliado su radio de acción, de este a oeste y además se ha extendido desde la zona costera hacia otras áreas de China. Más de 100 países invierten hoy en en China, mientras que el destino de las inversión chinas en el exterior China alcanzan los 150 países.
Sin embargo, la entrada y salida de capitales todavía enfrenta muchos desafíos.
La situación económica mundial es compleja. Muchos países desarrollados están repatriando su capital con el objetivo de reindustrializar su economía. El crecimiento de algunas economías emergentes se ha ralentizado, lo que afecta la rentabilidad de los proyectos chinos en el extranjero.
A nivel interno, los cambios de China en su modelo de desarrollo económico junto al exceso de capacidad de algunas industrias tradicionales requiere la implementación urgente de una estrategia de globalización, con el fin de lograr un mayor alcance mundial.
En este contexto, China necesita insistir en la cooperación ganar-ganar y perfeccionar más aún el proceso de reforma y apertura.
"Hay que mejorar el ambiente para los inversionistas extranjeros y promover el uso del capital extranjero en las iniciativas comerciales chinas. También es imprescindible optimizar la asignación de recursos para la inversiones en el exterior", concluyó Liu Yuanchun.