Bienestar y armonía para todos: la identidad china que percibe el mundo |
Por Li Zheng
Dos "festivales de compras" chinos agitaron el mercado mundial. El primero, conocido como el "Doble 11" (Día del soltero) logró reunir a 217 países y regiones. Luego, se celebró por primera vez en China el conocido "Viernes negro". De repente, se aprecia un momento brillante para China, para sus festivales y ventas transfronterizas en línea. Sin embargo, cuando enfocamos el desarrollo de China dentro de un marco universal... ? A nivel global, qué percepción de China deseamos?
"El sue?o chino es un sue?o de paz, de desarrollo, de cooperación y de beneficio mutuo. Persistimos tanto en el bienestar del pueblo chino, como en el bienestar de todos." Esta declaración del presidente Xi Jinping, no sólo es una muestra de elevados principios diplomáticos, también es el anhelo del pueblo chino en mantener un orden existencial. El ser humano es el misterio más profundo del Universo. Disponemos de diferentes sistemas políticos, distintos colores de piel y variadas creencias, pero todos coincidimos en querer disfrutar de una vida mejor y un mayor bienestar, "el bienestar del mundo", enlace fundamental que conecta el sue?o chino con las aspiraciones globales, y el rasgo distintivo de la identidad china que se percibe allende los mares.
La cultura china siempre se identifica con la apertura, tolerencia y cooperación. En la Ruta de la Seda hemos dejado huellas de claros ejemplos de beneficios mutuos y sostenida colaboración. En los siete viajes del mensajero Zheng He, hemos sembrado la semilla de la paz y la amistad. Consolidando la confianza mutua se asegura una buena vecindad. El carácter nacional amistoso obedece al espíritu de cooperación que lo incentiva. Tolerar la diversidad y fomentar la inclusión es parte de esa identidad. Sin embargo, desde la dinastía Qing la errónea política de aislamiento impidió a China acompa?ar el proceso de modernización universal. "La apertura trae avances y la oclusión causa atraso", ha sido una de las máximas pronunciadas por el presidente chino durante la APEC, la cual es un juicio estratégico y una profunda reflexión sobre la historia de China.
La nueva China, que ha sufrido ya tanta miseria y luchas, se crece cada día más en su reforma y apertura y comprende mejor que cualquiera el significado de la paz, el desarrollo, la colaboración y el beneficio mutuo. En la Copa Mundial de Brasil, desde las pelotas hasta las pantallas electrónicas que se utilizaron eran chinas. En El Teatro Nacional de Sri Lanka, El Pabellón de La Amistad en Perú, La Cancillería en Ghana y La Torre de Gobierno en Uganda, los trabajadores chinos han dejado su sudor como la entrega de China al mundo. En Sierra Leona, donde la epidemia del ébola brotó desenfrenadamente, el equipo chino de rescate durmió sólo 7 horas durante tres días. El ascenso de China no sólo supone oportunidades y riquezas, sino también una diálogo cultural y una integración social. Como afirma la prensa alemana: no hay que preocuparse por el sue?o chino, lo que hay es que acompa?arlo.
El historiador británico Arnold Joseph Toynbee expresó: "El hombre ya ha dominado las tecnologías más difíciles y hasta puede destruirse a sí mismo, mientras en ideología y política aún se manifiesta en dos polos opuestos. Bajo esta realidad, lo que más urge es armonizar, una característica esencial de la civilización china".
Las palabras de Joseph exponen con nitidez la inspiración que la identidad china ofrece al mundo. Los debates acerca de las particularidades del modelo chino continuarán, pero hay un punto insoslayable: la modernización china no se ha construído sobre la base de la colonización y robo de recursos naturales ni de la trata de esclavos ni proyectando guerras agresivas. En el renacimiento de China, descartamos aplicar el pensamiento Zero-sum (la ganancia de uno equivale a la pérdida de otro, lo contrario a la fórmulación ganar-ganar). En la estrategia de apertura, insistimos en no caer en la trampa de Tucidides ni permitiremos una tragedia política. Justamente por eso, en los discursos del presidente Xi Jinping se utiliza el concepto de "comunidad con un destino compartido" .
La obra clásica Shangshu ense?a: los asuntos civiles tienen que ser claros y los políticos tienen que ser coordinados. En Las Analectas de Confucio se lee: Para ser cortés, lo más importante es conservar la armonía. La antigua civilización, desde hace cinco mil a?os, esculpió nuestras características culturales y estos valores edifican la identidad china que el mundo percibe. Dentro del sistema internacional que preconiza la feroz competencia, este idea representa la apertura, la cooperación y ofrece otra alternativa para el futuro de los seres humanos: desarrollar la cultura propia y disfrutar de la diversidad cultural mundial.
Cuando las diferentes naciones y civilizaciones se aprecien y se respeten entre sí, viviremos en una comunidad armónica.