Por Ye Shuhong y Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 17 jul (Xinhua) -- La Argentina es el país geográficamente más distante de China en el mundo. Hasta hace 10 a?os los argentinos solían decir "?está hablando chino?" o "para mí, esto es chino básico", para referirse a cosas difíciles de entender.
No obstante, a medida que se desarrollan las relaciones bilaterales, especialmente el aumento del intercambio entre los dos pueblos, se acortan las distancias geográficas y psicológicas, los vínculos entre las dos naciones marchan sin contratiempos, por el camino correcto, y las dos naciones se sienten cada vez más familiarizadas la una con la otra.
LA CULTURA CHINA EN ARGENTINA
En medio del sonido ensordecedor de gongs y tambores, dragones de color dorado se mueven entre la multitud, mientras los argentinos se apresuran a tocar las colas de los dragones, creyendo que les traerá suerte. Esta es una escena que se puede ver en los desfiles celebrados con motivo de la Fiesta de la Primavera, la más importante para los chinos, y que se celebran en las principales ciudades de Argentina.
Los argentinos muestran creciente interés por esta tradicional fiesta china, la cual se ha convertido, gracias a los esfuerzos de la Embajada china y la pujante comunidad china en este país, en una importante ventana por la que los argentinos conocen la cultura y tradiciones del país oriental.
China y la Argentina, dos países geográficamente distantes, están construyendo con acciones concretas una Torre de Babel que supera las diferencias culturales.
En la actualidad, los Institutos Confucio en Argentina, que cuentan con más de 3.000 alumnos, se han convertido en una importante plataforma para difundir y compartir la cultura china. Además, los concursos Puente Hanyu (que significa mandarín) cuentan con la participación de cada vez más argentinos.
Hace poco, se inauguró una escuela pública bilingüe chino-espa?ol en Buenos Aires, gracias a los esfuerzos mancomunados de la parte china y la municipalidad de la capital argentina. En la ceremonia de apertura, el jefe de Gobierno (alcalde), Mauricio Macri, dijo emocionado que "este es un momento histórico de la causa educativa de la capital".
LA CRECIENTE FIEBRE DE CHINA EN ARGENTINA
La Plata, una ciudad a 50 kilómetros de la capital argentina, es testigo de un fervor por la cultura tradicional china. La ciudad, con una población de sólo 600.000 personas, tiene una veintena de casas del Kungfu, lo que refleja una amplia y asombrosa presencia del arte marcial chino en el lugar.
Este a?o, con motivo de la Fiesta de los Faroles (el día 15 del primer mes lunar), una exhibición de la casa del Kungfu La Esperanza cautivó a casi 10.000 personas.
Muchos argentinos tienen pasión por la cultura china, y desean conocerla a fondo, por lo que deben superar la barrera lingüística.
Cada tarde a las dos, el joven Federico llega puntualmente al Centro Universitario de Idiomas (CUI) de la Universidad de Buenos Aires para aprender chino. "Quiero asimilar bien este idioma para poder llevar a mi novia a viajar por China, para conocer in situ la maravilla de la cultura china", asegura ante Xinhua.
A medida que se desarrollan los vínculos económicos y comerciales entre los dos países, el interés personal de los argentinos por el mandarín va en aumento. Se han establecido instituciones especializadas en la ense?anza del idioma chino, como el citado centro universitario donde Federico cursa sus estudios.
El rector del CUI, Roberto Villarruel, afirmó que aunque el mandarín solo lleva tres a?os en el programa, ya ha conseguido "el tercer puesto" entre las asignaturas con mayor acogida.
La promoción constante del Gobierno argentino ha impulsado el fervor de los locales por la cultura china. En la pasada edición de la Feria de la Industria Cultural Latinoamericana, el Gobierno argentino instaló un foro especial sobre este sector de China, acortando la distancia entre los mercados culturales de los dos países.
INNOVADORES INTERCAMBIOS CIVILES
A las dos y media de la tarde, los domingos, Rojas, del barrio de Palermo, enciende el televisor para ver el Talk Show "Chino Básico". Desde su lanzamiento a inicios del pasado mes de abril, este programa sobre la cultura china, realizado con fondos de chinos en Argentina, se ha hecho cada vez más popular entre el público local.
Los innovadores intercambios culturales civiles cuentan con el firme apoyo del embajador chino en este país, Yin Hengmin, quien asiste en persona a varios programas, e interactúa con el público.
Considera que es muy importante la adaptación local de los programas para que los argentinos conozcan la cultura china.
Estimula al público a que no tenga miedo para aprender el idioma chino, afirmando que dominarlo no será difícil siempre que se mantenga el entusiasmo.
En medio del rápido desarrollo de las relaciones bilaterales, caracterizado por los cada vez más intensos intercambios políticos, económicos y comerciales, los intercambios deportivos están rezagados.
Rodolfo D'Onofrio, presidente del club River Plate, ve el potencial de este campo. El directivo de 69 a?os, experto en Relaciones Públicas, tiene planes para introducir la marca del club en China y ayudar al país asiático a mejorar su nivel futbolístico.
Tiene la esperanza de que la cooperación entre River Plate y sus colegas chinos pueda servir de ejemplo para los intercambios deportivos entre los dos países.
La aspiración de los dos pueblos por conocer la cultura del otro ha fomentado la prosperidad de ese mercado. En mayo y junio de este a?o, el famoso percusionista chino Li Biao y el pianista Lang Lang, ofrecieron respectivamente sus sensacionales conciertos en el Teatro Colón, que cautivaron a los asistentes.
A su vez, el tango argentino se exhibió en la función de la Fiesta de la Primavera que organizó la Televisión de Beijing, llamando la atención de inversionistas chinos en la cultura argentina.
Las acciones entre los pueblos chino y argentino demuestran que los prolíficos intercambios culturales han impulsado el conocimiento mutuo de los dos pueblos, acortando las distancias entre sí, y arraigando el concepto de amistad en sus corazones.
Estos esfuerzos, aunque no pueden medirse con datos y cifras, fomentan el desarrollo de las relaciones bilaterales con una fuerza más profunda y más duradera.