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Ni?os chinos y jóvenes mexicanos decoran en Beijing el altar del Día de Muertos
Por Yasef Calderón
Con motivo del Día de Muertos, en la Embajada de México en China se inauguró este viernes un altar tradicional, decorado por ni?os chinos y jóvenes estudiantes mexicanos.
Este altar, de estética muy elaborada y con el respeto toda la iconografía y elementos simbólicos que exige la sagrada efeméride, va más allá de su misión original para erigirse como una vital acción de intercambio cultural y educativo entre las nuevas generaciones de ambos pueblos.
Enrique Escamilla, ministro y jefe de Cancillería de la Embajada de México en China, destacó ante la comunidad mexicana y los amigos chinos reunidos, precisó que “recordar a los que se han ido es un elemento fundamental de la cultura mexicana” y “el Día de Muertos genera un gran interés en todo el mundo”·.
“Rememorar a los muertos es también una herencia que nos une e identifica con el pueblo chino y su festividad qīng míng jié (Dia de Limpieza de Tumbas)”, afirmó Escamilla.
Los peque?os talentos seleccionados para decorar el altar mexicano fueron los alumnos del estudio de Chen Hong, artista china de la plástica. En entrevista con el Diario del Pueblo digital, Hong afirmó que “el Día de Muertos de México es bastante desconocido para los ni?os chinos, aunque a través de la película Coco, pudieron aprender sobre esta notable tradición”.
“Poco a poco nos fuimos acercando a la cultura mexicana. Y en este largo proceso creativo, tanto los ni?os como yo, terminamos enamorados de ella”, asegura la maestra Hong. Y agregó que todos sus alumnos disfrutaron de este especial momento creativo junto a un equipo compuesto por el artista Fabio Barrera y los estudiantes mexicanos Ana Mendoza, Gelmy Brito, Felipe Pinto, Elen Lee y Eli González.
Como parte del espectáculo cultural concebido para esta inaguración del Altar del Día de Muertos en Beijing, la danza de Adriana Arellano se unió a la soprano Andrea Lara, quien interpretó “La Llorona” y “La Bruja”, perlas del folclor mexicano.
El 7 de noviembre de 2003, la UNESCO proclamó el Día de Muertos como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Como rese?a la propia UNESCO en su portal digital, el Día de Muertos (1 y 2 de noviembre) es una celebración a la memoria y la vida que está profundamente arraigada a la cultura de los pueblos indígenas de México. Su origen es una fusión de los rituales religiosos católicos traídos por los espa?oles y la conmemoración del Día de Muertos que los indígenas realizaban desde la época prehispánica. Las fiestas celebran el retorno temporal de los seres queridos fallecidos, coinciden con el fin del ciclo anual del maíz, un elemento clave en la cultura mesoamericana, y además son parte de la renovación del estatuto político y social de distintas comunidades originarias. Todo el país tiene un mismo objetivo: reunir a las familias para dar la bienvenida a sus seres queridos que vuelven del más allá. El 1o de noviembre se dedica a ni?as y ni?os y el día 2 a los adultos.
“Esta alegoría nos transmite en sí que la muerte no es una ausencia, sino una presencia viva. Es una metáfora de la vida que se materializa en el altar ofrecido. Quienes hoy ofrendan a sus muertos, serán en el futuro invitados a la fiesta”, aseguró Escamilla.
Este a?o, la celebración del Día de Muertos en Beijing no solo ha cumplido la sagrada tarea de honrar la conexión entre vivos y fallecidos, privilegiando el recuerdo sobre el olvido. Su impronta tambien ha sabido iluminar un puente cultural, conectando y armonizando el joven talento de los futuros grandes artistas de ambos países.