BUENOS AIRES, 26 nov (Xinhua) -- El cortejo fúnebre con los restos de la leyenda argentina del fútbol, Diego Armando Maradona, partió hoy jueves desde la Casa Rosada rumbo al cementerio donde se realizará la inhumación.
El vehículo salió de la sede del Poder Ejecutivo a las 17:45 hora local (20:45 GMT) en medio de los gritos de los miles de fanáticos que se congregaron desde muy temprano en la zona.
La ceremonia comenzó a las 06:00 hora local (9:00 GMT) y estaba previsto que durara 10 horas, pero los aficionados protagonizaron incidentes que obligaron a suspenderla antes de tiempo.
"La familia había escogido realizar el velatorio en la Casa Rosada, decisión que el gobierno acompa?ó. Posteriormente, la familia decidió culminar el mismo a las 16:00 horas", informó la Presidencia de la Nación en un comunicado.
Además, indicó que "el objetivo del gobierno nacional siempre fue que pudiéramos despedir a Diego de forma pacífica, sabiendo que todo el país y gran parte del mundo está conmocionado por su fallecimiento".
"Cuando el horario de finalización se acercaba, varias personas que estaban en la fila comenzaron a saltar las rejas para ingresar de manera irregular. Ante esa situación, se suspendió por unos minutos el ingreso", consignó.
El informe oficial reportó que "cuando se volvió a habilitar, algunas personas ingresaron rápidamente, sin cumplir las indicaciones del personal a cargo".
"Por ello, la Casa Militar habilitó un conducto de salida por el Patio de las Palmeras y la Explanada, donde permanecieron con cánticos durante unos minutos. Una vez que se controló de manera pacífica la situación, la familia transmitió su deseo y voluntad de dar por concluida la ceremonia", a?adió.
Así fue que finalmente comenzó el cortejo fúnebre rumbo al Cementerio de Bella Vista, al noroeste del Gran Buenos Aires, para la inhumación de los restos del astro del fútbol.
Maradona, quien había cumplido 60 a?os el 30 de octubre, murió el miércoles al mediodía debido a una descompensación cardíaca mientras dormía en una casa del barrio privado de San Andrés, en Tigre, periferia norte de Buenos Aires.
Allí había sido trasladado el 11 de noviembre tras ser intervenido quirúgicamente en la cabeza en la Clínica Olivos por una hemorragia cerebral.