PARIS, 18 mar (Xinhua) -- El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, anunció hoy un paquete de medidas, incluyendo prohibir las protestas en la avenida Campos Elíseos, en respuesta al aumento de los actos de violencia de los "chalecos amarillos" durante el fin de semana.
En la más reciente de una serie de protestas semanales iniciadas en noviembre de 2018 debido al decreciente poder adquisitivo, un grupo de militantes anticapitalistas de la izquierda dura, conocidos como Black Blocs (Bloques Negros), recorrieron de forma descontrolada el domingo las calles de París, incendiando autos y edificios, saqueando tiendas y rompiendo vidrieras de boutiques del distrito de compras más lujoso de la capital francesa.
"Estos son actos criminales y la respuesta del Gobierno debe ser fuerte", dijo Philippe a los reporteros.
"A partir del próximo sábado prohibiremos las protestas de los 'chalecos amarillos' en los barrios más duramente afectados tan pronto como veamos indicios de la presencia de grupos radicales y de su intención de causar da?os", agregó.
"Cuando una manifestación no es declarada y es prohibida, todos los que participen, protejan a los matones, los alienten o los glorifiquen en las redes sociales, serán cómplices", advirtió.
En un discurso televisado, el primer ministro admitió algunas fallas de seguridad y prometió fortalecer la estrategia de seguridad del Gobierno para "adaptarse a la evolución del movimiento y a la radicalización de los manifestantes".
Con este fin, el primer ministro prometió más autonomía en la toma de decisiones para los oficiales de seguridad en el lugar y suministrarles equipo adicional, incluyendo drones.
También hizo énfasis en que está "decidido a usar todos los medios legales" en contra de las personas que participen en protestas no autorizadas y a imponerles multas "significativamente" más altas.
Como parte de la iniciativa del Gobierno para mejorar sus tácticas de seguridad, el jefe de la policía de París, Michel Delpuech, fue destituido y el miércoles será reemplazado por Didier Lallement, el principal oficial de policía de la región sudoccidental de Nueva Aquitania.
A fines del a?o pasado, la gente enojada por un alza en el impuesto al combustible empezó a bloquear calles, a ocupar las casetas de cobro de las autopistas y a organizar protestas nacionales.
A cuatro meses de distancia, el movimiento de los "chalecos amarillos", que carece de un líder claro, sigue representando un duro desafío al presidente francés Emmanuel Macron, quien sigue batallando para mitigar el enojo público y para satisfacer las peticiones de los manifestantes, a pesar de haber realizado una serie de concesiones.
Algunos representantes del movimiento ya están coordinando en las redes sociales el siguiente "acto" del próximo sábado.