BEIJING, 25 dic (Xinhua) -- Estados Unidos quedó en evidencia una vez más al acusar a dos presuntos hackers chinos de incursionar en computadoras de agencias gubernamentales y compa?ías estadounidenses y de otros países.
Se trata de una campa?a de difamación por parte de Estados Unidos, país que habitualmente se presenta como víctima de espionaje cibernético mientras acusa a los demás.
En esta ocasión, Washington ha adoptado un enfoque distinto al subrayar que los presuntos hackers chinos también robaron secretos de otros países.
Sólo que hay un problema, no existen pruebas concluyentes que apoyen los supuestos delitos.
International Business Machines (IBM), una de las empresas en la lista de "víctimas", dijo que no tiene evidencia de que hayan quedado comprometidos datos sensibles o información de los clientes.
De hecho, no es la primera vez que Estados Unidos, país que sí tiene un notorio historial en asuntos cibernéticos, trama acusaciones infundadas contra "hackers chinos" mediante fuentes anónimas.
La escuela de formación profesional Lanxiang, que ofrece cursos de cocina, reparación de vehículos y peluquería, fue presentada como "el bastión chino de hackers" por The New York Times hace varios a?os, lo que convirtió en objeto de burla a la fuente noticiosa.
Casualmente, Bloomberg Businessweek informó hace dos meses que China implantó chips maliciosos en el hardware de compa?ías de Estados Unidos, algo negado rápidamente por Apple y Amazon.
Durante mucho tiempo, ha sido un secreto a voces que la inteligencia cibernética y fuerzas cibernéticas institucionalizadas de Estados Unidos han irrumpido y espiado a gobiernos, empresas e individuos extranjeros.
Pero las autoridades estadounidenses y medios occidentales han trabajado con diligencia para desviar la atención de ese hecho desagradable y en su lugar han formulado acusaciones descabelladas contra China.
China es firme en la salvaguardia de su seguridad cibernética y se opone a todas las formas de espionaje cibernético, por lo que las acusaciones de Estados Unidos contra China de espionaje cibernético son inaceptables, han violado las normas fundamentales de las relaciones internacionales y han socavado gravemente la cooperación chino-estadounidense.
Es necesario tener en cuenta que acusar a los demás de espionaje cibernético simplemente para crear una mala imagen de un país no ayudará a resolver las cuestiones de seguridad cibernética en el largo plazo. Esperemos que Washington se percate de esto rápidamente.