MEXICO, 5 nov (Xinhua) -- Unos 4.000 migrantes centroamericanos han llegado a un refugio temporal ubicado en la Ciudad de México, en los que se les brinda ayuda sanitaria y humanitaria, informó hoy el jefe de Gobierno de la urbe, José Ramón Amieva.
En rueda de prensa, el funcionario se?aló que en las próximas horas se espera el arribo de más personas que conforman la primera caravana que busca llegar a Estados Unidos, mismos que duermen esta noche en Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca.
Asimismo, indicó que el estadio, que ha sido convertido en un gran albergue, tiene capacidad para atender a unos 5.500 sujetos, sitio en el que se les brinda comida, cobijas, colchonetas, ropa y zapatos.
Por lo anterior, Amieva hizo un llamado a los mexicanos a aportar alimentos enlatados, productos de higiene personal y ropa, preferentemente nueva, para dar a los migrantes.
Además, dijo que se ha instalado un centro de acopio en el Zócalo capitalino para brindar ayuda a estas personas, entre las cuales se encuentran menores de edad y mujeres.
Organizaciones humanitarias internacionales también acudieron al estadio Jesús Martínez "Palillo", donde brindan ayuda psicológica y asesoría jurídica a los migrantes que quieran pedir refugio a México.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se han sumado a acopio de víveres.
Los migrantes llevan más de 1.000 kilómetros de travesía, algunos tramos a pie, desde que cruzaron la frontera desde Guatemala el 19 de octubre y con el propósito de llegar a Estados Unidos.
A esta primera caravana le siguen los pasos una segunda con unas 2.000 personas, mismos que ingresaron al país el 29 de octubre y que transitan por el estado sure?o de Chiapas.
Un tercer grupo, de unos 500 salvadore?os, permanecen en Chiapas luego de pedir asilo legal en México y un cuarto grupo, de unos 2.000 salvadore?os entraron la víspera caminando por el río Suchiate y se dirigen hacia Tapachula, Chiapas.
La mayoría de los integrantes de las caravanas salieron de sus casas de forma espontánea, con poco más que la ropa que llevaban puesta y las pertenencias que pudieron arrojar rápidamente en una mochila.
Pese a las advertencias, lanzadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que no entrarán al país vecino, los migrantes no pierden la esperanza de avanzar hacia el norte.