Beijing, 19/10/2018 (El Pueblo en Línea) - Los 40 a?os de reforma y apertura en China han fomentado una mayor interacción entre el pueblo chino y el resto del mundo.
Desde que se inició el proceso de reforma y apertura en el país, más y más chinos han viajado al exterior para comunicarse con el mundo. Los siguientes testimonios pertenecen a tres ciudadanos chinos que han viajado, trabajado y ofrecido servicios en el extranjero. Sus experiencias permiten descubrir su perspectiva de cómo China se integra al mundo.
Ding Qiuge, de 52 a?os, vive en un peque?o pueblo en el centro de la provincia de Henan de China. Este a?o, ella viajó junto con su familia al exterior por primera vez para asistir a la ceremonia de bodas de su hija en Phuket, Tailandia. En declaraciones a Pueblo en Línea, Ding afirmó que nunca so?ó con viajar al extranjero.
Ella comentó que viajar al extranjero era algo inimaginado por su generación. Cuando ella era una ni?a, la gente estaba emocionada de recibir peque?os regalos de lugares tan “remotos” como Beijing o Shanghai.
El primer viaje de Ding al extranjero le impresionó enormemente.
"Todo lo que veía era nuevo y el paisaje era impresionante", confiesa Ding, a?adiendo que es aficionada a la comida tailandesa.
El aumento constante del turismo chino al exterior indica el crecimiento del nivel de vida de la población durante los 40 a?os de reforma y apertura. De acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el número de turistas chinos que viaja al exterior encabeza la lista mundial desde el a?o 2013.
Entre 1995 y 2016, la actividad transitó de 5 millones a 135 millones, con una tasa de crecimiento promedio anual del 17,6 por ciento. En 2017, 136 millones residentes chinos viajaron al extranjero con fines privados, lo que representa más del 95 por ciento del total de los viajeros chinos hacia el exterior.
La reforma y la apertura de las últimas cuatro décadas han mejorado las capacidades generales de China, también han alentado las empresas chinas a que se globalizaran y ampliaran sus negocios en el extranjero.
Los estudiantes extranjeros aprenden a escribir caracteres chinos.
Zhang Jin, asistente del ingeniero jefe de una empresa estatal, formó parte de un grupo pionero que participó en un proyecto chino en el extranjero. En 2001, Zhang participó en un proyecto de ingeniería hidráulica en Emiratos árabes Unidos.
Zhang no tenía experiencia de trabajo en el extranjero, jamás había considerado esa posibilidad y tampoco tenía amigos que trabajaban en empresas extranjeras.
Después de trabajar durante a?os en los Emiratos árabes Unidos, Zhang notó gradualmente los cambios en el desarrollo de ambos países.
"Cuando llegué por primera vez a Dubai, las rutas áereas desde China estaban muy limitadas. Hoy en día hay varias ciudades como Beijing, Shanghai y Guangzhou que mantienen vuelos directos", indicó.
Además, la inversión y los negocios chinos son algo natural en Emiratos árabes Unidos y los anuncios de empresas chinas se leen por todas partes, agrega Zhang.
De acuerdo con las estadísticas publicadas por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, período 1982-2000, la inversión extranjera directa de China sólo fue de 27,8 mil millones de dólares. Sin embargo, entre 2002 y 2017, la cifra se elevó a 1,11 billones de dólares.
Actualmente hay muchos profesionales chinos que al igual que Zhang les parece algo normal trabajar en el extranjero.
Hasta agosto de este a?o, 994.000 ciudadanos chinos trabajaban en países extranjeros, aseguran estadísticas del Ministerio de Comercio de China.
Feng Ai y los ni?os africanos.
Feng Ai, honrada como con la distinción a los diez primeros voluntarios jóvenes de China, en 2005 sirvió como voluntaria en el extranjero.
Feng recuerda que cuando visitó Nepal en 2002, se sorprendió con algunos ni?os que eran capaces de decir "Hola" en chino, e incluso encontró en un peque?o pueblo un anuncio donde estaba escrito "Hola" en chino. Gracias a este viaje, decidió convertirse en voluntaria internacional y ayudar a las personas necesitadas.
Tres a?os más tarde, en 2005, Feng se unió a uno de los primeros grupos de voluntarios enviados a áfrica por el gobierno chino para ense?ar chino en la Universidad de Addis Abeba de Etiopía.
Feng considera que al inicio su familia se preocupó por la seguridad de un voluntario en áfrica. Sin embargo, Feng encontró que los lugare?os eran curiosos y amistosos con el pueblo chino.
Los taxistas le decían "Hola" en chino cuando ella caminaba por la calle, y el Kung Fu chino era respetado por los lugare?os.
Seis meses más tarde, Feng se convirtió en la única voluntaria en solicitar extender su servicio, permaneciendo un a?o. Durante este período, trabajó en empresas extranjeras y en las embajadas de Italia, Turquía, Corea del Sur y en otras ciudades de Etiopía, ofreciendo ventajas lingüísticas y de servicio a los voluntarios.
"Fuimos el primer grupo de voluntarios y siempre estábamos explorando lo que podíamos hacer y lo que ellos necesitaban", destaca Feng, y a?ade que el primer grupo estaba formado por 12 voluntarios que hablaban idiomas, expertos en agricultura, deporte, medicina tradicional china e informatización. En el segundo a?o habían más de 50 voluntarios.
Desde que se inició la reforma y apertura en China, los jóvenes chinos continúan ganando más oportunidades y opciones para ser voluntarios en el extranjero.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)